La supervivencia del taller depende de su gestión
¿Un taller en CEDE? Sí, lo mismo pensé yo cuando, sin darme cuenta, me vi subido en un tren de Alicante a A Coruña. ¿Un taller en el Congreso de CEDE (Confederación española de directivos y ejecutivos) 2015? Me van a devorar. El destino es caprichoso, algo de imán debo tener yo que siempre me veo envuelto en estas circunstancias. En este caso, ha sido el resultado de un premio al mejor proyecto en el Master de Pymes de la Universidad de Alicante el que me llevó a dicho encuentro. 'Valores del directivo para la Agenda Global', era su eslogan.
Con muchas dudas por todo lo que dejaba atrás, no pude dejar pasar esta oportunidad. Ya veremos si al final 24 horas en tren han merecido la pena.
Allí estaba la 'Champions League' de las empresas españolas. Nunca he visto tanto traje, tanta gomina y tan pocas mujeres (eso es un grave error que pasa también en el taller) por metro cuadrado. Al principio uno se siente diminuto, miras hacia arriba a ver si encuentras algo que tenga algún parecido contigo, pero cuesta encontrarlo.
Bueno, esto parece que empieza: "el 99,8% son pymes". Esto ya me suena más, parece que no me he equivocado de sitio. La primera lección como primerizo y eventual en este mundillo es que "si te mueves, te quitan el sitio". Buena lección para espabilar.
Poco a poco me voy encontrando cómodo y veo reflejada mi empresa en casi todo de lo que se está hablando. Esa es la clave para los talleres, que realmente somos empresas y, nos guste o no, nuestra supervivencia depende, en gran parte, de saber gestionarlas como lo hace un César Alierta o un Pablo Isla, pero a un nivel mil veces inferior.
Allí hablaron mucho de eso, de gestión, y todo es aplicable a nuestros talleres. "La humildad es aquello que permite reconocer a un directivo el mérito de las personas de su entorno", "Yo solo puedo ir más deprisa, pero juntos podemos ir más lejos", "Hay que rodearse de profesionales para los que un día te gustaría trabajar", "Dirigir no es mandar, dirigir es educar", "Saber sacar lo mejor de cada uno con razonamientos encontrados". Cuánto se ha hablado de la importancia de nuestro equipo humano para el taller, del éxito al fracaso en un segundo.
"La necesidad de innovar lleva asociado el riesgo, no se puede penalizar el fracaso", "No hay innovación sin fracaso", "De los errores se sacan los mejores aprendizajes", "Las organizaciones más exitosas son las que permiten el error", "Fracasar no puede ser una excusa para no intentarlo", "El éxito no consiste en no cometer errores, si no en no cometer el mismo dos veces", "Innovar es transformar la creatividad en valor para la empresa".
A veces parece que los talleres estamos anclados en el pasado, creo que lo mejor es cuestionarlo todo. Lo de "siempre se ha hecho así", cuánto nos ha perjudicado. Hay que innovar en las retribuciones, en los horarios, en los procesos y en nuestras relaciones con los clientes. Innovar en nuestro modelo de negocio. "No se debe acabar nunca la curiosidad", "No hay crecimiento mientras te quedas en tu zona de confort", "El conocimiento no sirve de nada si no lo puedes compartir". Esto también nos ha hecho pupa. Somos tan recelosos de lo nuestro que no hemos sabido ni ponernos de acuerdo.
Algunas frases interesantes: "Hacer reformas estructurales es quitar o moderar chollos", "La dignidad de otro, un primer principio de nuestro modelo de negocio", "Es nuestra responsabilidad colectiva construir un mundo más justo", "Diferenciación", "Comunicación", "Al menos hay un lugar en el mundo que todos podemos mejorar", "Encuentra el trabajo y ya no tendrás que trabajar más", "Saber comunicar", "Quien no vive de un modo para los demás, no vive para sí mismo", "La burocracia matará al mundo".
Esta última me provoca en sentimiento pesimista cuando pensamos en realizar alguna reforma o trámite. Pero lo que no te mata te hace más fuerte.
Al final, mi idea era poner una gota de optimismo en nuestro día a día tan duro. Padezco, como todos vosotros, la situación tan extrema que vivimos hoy en nuestros talleres. Siempre al límite, con mucho esfuerzo y sacrificio. Viene a nuestra mente el sufrimiento y el odio, pero se esfuman con rapidez para dejar paso a la alegría y satisfacción.
Podemos cambiar muchas cosas, tenemos pasión por nuestro trabajo. Ser mejor cada día es uno de mis objetivos. Pienso centrarme solo en lo que yo puedo cambiar.