Aprotalleres, como asociación en la defensa de los talleres de carrocería en España, mantiene firme su compromiso "con sus asociados y con todo el sector en la lucha por un modelo de trabajo justo, sostenible y rentable". En palabras de su director general, Juan Antonio Ausín, "el taller no puede seguir asumiendo cargas económicas que no le corresponden ni financiar estructuras intermedias que no aportan valor al cliente final".
Por ello, la asociación reitera su "posicionamiento claro": "los proveedores de trabajo deben asumir los costes derivados de la gestión y recogida de residuos, las estancias de vehículos declarados siniestro total y los costes del vehículo de sustitución en los siniestros Rc". En este caso, por parte "de la aseguradora causante", además se debe exigir "valorar en consecuencia de la norma de los baremos normalizados y nunca con el criterio de un tercero".
En este sentido, el comunicado firmado por Ausín deja claro que "Aprotalleres no cederá ante la presión de aseguradoras o gestores de redes, que buscan imponer tarifas de mano de obra irreales, desconectadas de los costes operativos y de un modelo de rentabilidad mínima en el taller", porque "no se puede exigir calidad y servicio al taller, mientras se imponen precios que comprometen su viabilidad económica".
Aprotalleres apuesta por un modelo "de colaboración real entre los dos agentes fundamentales en la gestión del siniestro: taller y proveedor de trabajo". "El objetivo es garantizar la rentabilidad y eficiencia para ambas partes", porque, sin embargo, la patronal rechaza "cualquier injerencia de intermediarios sin valor añadido que, mediante comisiones improductivas, acaban drenando la rentabilidad tanto del taller como de la aseguradora".
Ante este escenario, Aprotallaeres "seguirá liderando este debate en todos los foros y trabajando para que el sector de la reparación de carrocería tenga las condiciones necesarias para operar con garantías de rentabilidad y estabilidad, no vamos a permitir que el taller siga siendo la vía de financiación de terceros a costa de su sostenibilidad", porque "sin talleres rentables, no hay servicio de calidad", concluye sentenciando Ausín.