El diésel perdió 4,5 puntos de cuota de mercado en 2015

La gasolina y la movilidad más limpia de los híbridos (aunque muchos movidos en parte con gasoil) y los eléctricos (aún en mucha menor medida) están ganando terreno a los motores diesel mes a mes y año tras año.

Los turismos movidos con motorizaciones de gasoil perdieron casi cinco puntos porcentuales de cuota de mercado entre enero y diciembre de 2015, al descender del 67,5% con la que arrancaron el año las matriculaciones, hasta cerrar las de diciembre con el 62%, es decir, una caída de 4,5 puntos.

Aunque esta caída es algo menor si tenemos en cuenta las medias con las que se cerraron los ejercicios 2014 (66,1%) y 2015 (62,9%), si tomamos en cuenta la cuota de mercado que registraron los turismos diesel en enero 2014 (70,6%) y el mencionado 62% con el que se cerró el último mes, la caída es de 8,6 puntos.

Estos datos reflejan bien a las claras que, si bien aún 6 de cada 10 coches nuevos son diesel, la tendencia es claramente descendente a favor de otras motorizaciones.

En este sentido, la gran beneficiada es la gasolina que está recuperando poco a poco parte del terreno perdido frente al combustible estrella desde 1998, año en el que según Anfac, el diésel superó a la gasolina en la cuota de mercado entre las matriculaciones. Una participación en el 'pastel' que permaneció por encima del 70% entre 2005 y 2011, ambos incluídos.

De este modo, la gasolina ha ganado más de 8 puntos porcentuales entre enero de 2014 (27,7% de cuota de mercado) y diciembre de 2015 (35,8%). Un crecimiento algo más modesto, tomando como referencia las medias de cierre de ambos ejercicios (32,3% y 35,1, respectivamente).

También se han visto beneficiados por la preferencia de los conductores frente a los coches diesel, los híbridos y eléctricos que han ganado casi medio punto en el mercado entre la media de 2014 (1,6%) y la de 2015 (2%). Pese a lo modesto de las cifras, el pasado año las matriculaciones de estos vehículos llegaron a rondar el 3% durante cuatro meses seguidos (entre agosto y noviembre).

Aunque es difícil predecir qué pasará a corto plazo con el diesel, lo que es evidente es que mantiene una línea descendente de ventas que parece imparable. Sólo queda por dilucidar cómo de rápida será la caída.