El perenne tira y afloja entre talleres, peritos y aseguradoras monopoliza una tensa mesa redonda en el Congreso de Talleres de Conepa

El perenne tira y afloja entre talleres, peritos y aseguradoras por la estimación de precios de la mano de obra prácticamente monopolizó el desarrollo de la mesa redonda que bajó el telón a la “función” matinal del I Congreso de Talleres de Conepa, en el madrileño Ifema. Puntos de vista encontrados que, sin embargo, sí vararon como denominador común en dos aspectos: tan real es la “crítica situación del sector” como que todos los agentes del mismo están “condenados” a entenderse.

Titulada “La rentabilidad del taller carrocero hoy: realidad y desafíos”, el agitado debate fue moderado por Raúl González, consultor de MP3 Automoción, y contó con la participación de Víctor Gámez, de Boxes Consulting y fundador de GTI Academy; Juan Carlos Calvo González, miembro de la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad de la asociación de peritos Apcas; Rubén Aparicio, subdirector de Cesvimap; Enrique Lastra, director de Phira; y Jesús Berruezo, director de desarrollo de negocio de Sinnek.

En primer lugar, Juan Carlos Calvo, de Apcas, aludió a ese vértice de “entendimiento” en el que las tres aristas -talleres, aseguradoras y peritos- deben coincidir. Ir de la mano para invertir el escenario actual. "Soy perito independiente y formador de peritos, a mis alumnos, les digo tres cosas: que sean justos en sus peritaciones lo primero, que empleen el sentido común en ellas y, por último, que cualquier peritación, por pequeña que sea, puede acabar en un juzgado”, advirtió casi como el preludio de la efervescente conversación que estaba por llegar.

“Nuestro informe pericial se tacha de que no es independiente muchas veces, porque nos paga una aseguradora, pero hay que recordar que según el artículo 335.2 tenemos que poner en todos los dictámenes un precio adecuado, ya que juramos decir la verdad y conocemos las acciones legales a las que podemos enfrentarnos si no lo hacemos", justificó acto seguido, ante las apreciaciones de Víctor Gámez que dejó entrever la honestidad de dicho compromiso.

"Hay que pagar el precio que pone el taller, ni la aseguradora ni el perito son proveedores de coches y, por tanto, el que marca el precio y establece la garantía es el taller, porque la satisfacción del cliente está muy bien, pero hay que informar al cliente de los costes que tiene reparar su vehículo", sentenció Gámez, (Boxes Consulting), en tono crispado.

Calvo fue más allá en su réplica y comparó el rigor y la disparidad de precios en las tasaciones con la de cualquier cadena de supermercados: "No es lo mismo el precio en Mercadona que en cualquier otro hipermercado, intentamos ser lo más justos posibles, por eso no pueden ser iguales las peritaciones en dos talleres, porque cada taller es diferente, depende del fabricante que utilice, del equipamiento que posea… Pese a esa diferenciación, buscamos ayudar al concesionario y a los talleres, defendió antes de una nueva serie de réplicas de Gámez, muy jaleadas entre aplausos desde la platea de asistentes, que encontró en Calvo una última respuesta: "Nos tenemos que fijar en la mano de obra cuando entramos a un taller y si no figura en un taller está incumpliendo la ley".

“Una compañía de seguros no puede funcionar sin los talleres”

Por alusiones, Rubén Aparicio, subidrector general de Cesvimap, empresa que pertenece a Mapfre -aseguradora que, a través de su centro de investigación sí acudió a la mesa, al contrario que Mutua Madrileña, también invitada-, alegó que "todo es matizable". "Mi experiencia no impide reconocer que esa es la situación real y que no es buena, por supuesto, la pandemia fue clave en este cambio de la situación económica, el posicionamiento de los precios se alteró y, ahora, es complicado cambiarlo al salir de esos años", quiso contextualizar.

“Una compañía de seguros no puede funcionar sin los talleres, Cesvimap tampoco, porque tenemos una parte de formación y consultoría dedicadas a los talleres, como actor relevante del sector, nuestra hoja de ruta es que todos vayamos hacia una mejora de la eficiencia", anheló tras matizar que su intervención se circunscribía a Cesvimap, nunca vinculado con Mapfre.

En cuanto al ajuste de los costes de la mano de obra, Aparicio explicó que “estamos hablando de empresas súper competitivas”, estar incrustados ya en esa élite “puede ser lo que les lleva al límite: ese exceso de competitividad”. “Es necesario que todos avancemos juntos para revertir esta situación, que efectivamente afecta más a los números de los talleres, pero también a los de las aseguradoras”, reconoció.

A modo de conclusión, el subdirector general de Cesvimap asumió que “hay que renegociar ciertas cosas y reposicionarlas, todo lo que sea por el bien final del consumidor, esforzarnos porque tenga un precio más barato, nos ata a todos a seguir mejorando: si todos aportamos y generamos valor, conseguiremos que el de arriba, el de en medio y el de abajo ganen dinero, pero debemos hacerlo juntos", terminó.

"¿Cómo hemos llegado hasta aquí?"

Mientras, Jesús Berruezo, director de Desarrollo de Negocio de la marca de pinturas Sinnek, afirmó que el "sector está mal, pero ¿cómo hemos llegado aquí? Aciertos y errores, cosas que hemos hecho y hemos dejado de hacer todos los eslabones del sector, también me preguntó cómo será todo dentro de cinco años y pienso que ahora es cuando lo estamos construyendo y, ahora mismo, la realidad es que si todos seguimos igual... No pasarán cosas diferentes”, avisó.

“En mi campo, el taller de carrocería, el proceso de pintura es crítico”, calificó. “El 65% de las reparaciones son de menos de 600 euros, el proceso de pintura es importantísimo, los fabricantes de pintura somos aliados para los talleres, tenemos que hablar con ellos de un montón de cosas, yo les pido por ello que se apoyen en nosotros", exhortó.

Su última reflexión fue que “no todos los fabricantes de pintura son iguales, hay gente que hace cosas diferentes y, cuando analicemos el momento actual con los socios de los talleres, tenemos que demostrar que somos capaces de hacer aquello que decimos que podemos hacer".

Además, en un segundo turno de palabra, Berruezo insistió en los argumentos que da "la formación", así como "la importancia de comprar, no sólo de material de pintura o de producto, sino también de una mano de obra eficaz, ¿por qué usar una cabina de pintura ocho horas si se puede hacer lo mismo en seis?, cuestionó.

"La mano de obra, la tecla que desafina"

En nombre de los fabricantes de recambio de carrocería, tomó la palabra Enrique Lastra, director de Phira, que hizo incluso una metáfora: "Hay que buscar la tecla que desafina del piano del taller y, ahora mismo, según está quedando de manifiesto en toda la mañana en este Congreso, es la mano de obra la que no se ajusta a la partitura".

"Antes el taller era un paraíso para el recambio, pero luego, aparecen los denominados 'rastreator' que hicieron que la oferta de las compañías fuera más transparente y accesible al usuario lo que generó una competencia feroz, más del 50% de las compañías perdían dinero, ahora han entrado en el recambio alternativo, lo que reduce mucho su coste, muchas reparaciones ahora tienen arreglo en lugar de ir a siniestro, pero claro, ahora reduce los márgenes de maniobra del taller",

"Cuando hace una reparación, el taller tiene que estar seguro de que el coste de ese recambio sea cierto y las compañías están peritando lo que consideran en sus certificaciones de piezas, pero los propietarios del taller se dejan llevar por el criterio del perito o del distribuidor, por una conveniencia logística, pero el taller debe ir más allá e informarse, exigir su criterio técnico para tener libertad, autonomía, para elegir".

Por último, Lastra calificó a "la compañía de seguros como un cliente fuerte, aunque muchas veces se le ve como un enemigo, porque es el que más nos aprieta y eso hay que reconocerlo", expuso antes de concluir que "mejorar el ratio de productividad es el mensaje que creo que debemos llevarnos hoy todos", zanjó.