La FIA quiere mejorar los ADAS de los automóviles europeos antes de que sean obligatorios

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) cree que los sistemas avanzados de asistencia a la conducción ADAS tienen aspectos mejorables antes de ser obligatorios para los nuevos coches en Europa. Estas mejoras, cuyo objetivo es maximizar los beneficios de los sistemas para la seguridad vial teniendo en cuenta sus funciones, limitaciones y conocimiento por parte de los usuarios, las ha recogido en "¿Cómo maximizar los beneficios de los ADAS para la seguridad vial?”, informe que presentará Parlamento Europeo.

En mayo de 2019, el Parlamento Europeo reguló un conjunto de tecnologías ADAS que serán obligatorias en todos los coches nuevos a partir de julio de 2022 (y en todos los modelos existentes de cara a 2024), por lo que la FIA ve crucial que funcionen a la perfección y que los conductores y usuarios conozcan bien su funcionamiento y limitaciones. Por ello, ha realizado una profunda investigación sobre seis de ellos: frenada de emergencia automática AEB, asistente inteligente de velocidad ISA, asistente de parada de emergencia ESS, control de crucero adaptativo ACC, asistente de mantenimiento de carril LKS y aviso de fatiga DM. El objetivo era responder a la pregunta "¿Qué recomendaciones políticas pueden formularse para maximizar sus beneficios?".

Entre las conclusiones, la Fia destaca que los usuarios finales no disponen de una explicación clara de las limitaciones de los ADAS ni sobre las condiciones de funcionamiento bajo las que están diseñados, por lo que existe el riesgo de que no sepan cuándo debe, o no, actuar el sistema y cuándo se activará o desactivará automáticamente.

Asimismo, señala que la precisión del funcionamiento de los ADAS aún no es del todo satisfactoria, pues en demasiadas ocasiones no se comportan como se espera y afectan a la confianza de los usuarios finales.

En tercer lugar, la Fia aclara que los fallos de dichos sistemas no se avisan al conductor, que espera siempre su asistencia y, cuando no actúan, no sabe reaccionar debido a las falsas expectativas puestas en ellos, lo que puede ser una causa de accidente. En este sentido, la interfaz hombre-máquina de los sistemas ADAS debe reaccionar y comportarse de forma predecible, y el conductor debe ser informado de cualquier fallo de funcionamiento.

Por otra parte, es necesario asegurar procesos transparentes de mantenimiento y calibración para que los ADAS mantengan su eficacia con el paso del tiempo. En caso de sufrir un accidente que afecte a alguno de sus elementos, tras la reparación habrá que recalibrar las cámaras y sensores para que funcionen correctamente, lo que afecta especialmente al parabrisas. Cuando se sustituye y se instala uno nuevo, las cámaras y sensores de los sistemas ADAS han de ser recalibrados, lo cual debe hacerse por profesionales con la formación, experiencia, metodología y tecnología adecuadas.

Otro punto importante es la formación del conductor en el manejo de los mismos. Neil Greig, director de política e investigación de la FIA, cree que es preciso profundizar en la educación de los conductores para que aprendan a utilizar mejor la tecnología. Y añade que “los fabricantes de vehículos y los concesionarios son la clave, ya que deben asegurarse de que cuando un cliente salga del concesionario comprenda y utilice correctamente los distintos sistemas de seguridad”.

Por otra parte, hoy en día, el funcionamiento de los ADAS no puede comprobarse a través del ordenador de a bordo del vehículo y no hay claridad sobre la vida útil de los sistemas. Por tanto, es necesario establecer una normativa clara para garantizar la vida útil de los ADAS y una revisión periódica que evalúe su correcto funcionamiento, que podría formar parte de la inspección técnica anual. Los fabricantes deben poner la información de estos sistemas a disposición de los talleres independientes para que el proceso de reparación y mantenimiento sea transparente.

Asimismo, Fia reclama un enfoque integrado y multicanal “conductor-vehículo-infraestructura” para aprovechar y aumentar el potencial de seguridad de los ADAS. En lo que respecta al vehículo, deben establecerse unos requisitos técnicos mínimos y todos los ADAS deben cumplir la misma normativa. En cuanto a la infraestructura, los operadores de carreteras nacionales y los organismos de tráfico deberían colaborar para conseguir una red de carreteras preparada para el futuro.