Diez recomendaciones para soldar aluminio en vehículos
Iberisa ofrece estos consejos que tratan desde las herramientas hasta los procesos, prestando especial atención al entorno del técnico al soldar la nueva generación de vehículos con base de aluminio, y explican lo que hace que la soldadura de aluminio sea diferente de la de acero convencional.
Como nuevo supermetal de la industria de automoción, el aluminio destaca por su excepcional fuerza, liviano peso y flexibilidad, lo que le hace ideal para uso en carrocerías, componentes estructurales, decoración y estilo; es decir, funcionará con casi cualquier aplicación en la que los diseñadores estén buscando formas de aligerar los sistemas de los vehículos para mejorar la economía de combustible.
Al mismo tiempo que los fabricantes producen automóviles y camiones más ligeros con aleaciones de aluminio, los talleres han observado que sus profesionales necesitan aprender nuevas habilidades y técnicas para realizar reparaciones completas, seguras y de calidad. En manos de un profesional no capacitado, las reparaciones de aluminio pueden debilitar la estructura del vehículo y representar un peligro mortal para los ocupantes en un accidente.
A través de “El blog del taller mecánico”, la empresa burgalesa de máquina-herramienta para automoción, Iberisa, S.L., ofrece 10 consejos para que las reparaciones con soldadura de aluminio sean seguras, completas y de calidad.
En primer lugar, hay que preparar un área para trabajar con aluminio. El aluminio es vulnerable a la corrosión galvánica con el tiempo cuando entra en contacto con otros metales, como el acero, en presencia de agua, por lo que es importante evitar contaminar las superficies de aluminio con partículas de polvo de acero que puedan estar presentes en la instalación. La mejor manera de lograrlo es configurando un área diferente dentro de la instalación que se dedique exclusivamente a las reparaciones de aluminio.
Metidos en faena, el siguiente paso es limpiar el aluminio antes de soldar. El aluminio se combina invariablemente con el aire para crear un revestimiento delgado de óxido de aluminio en la superficie del metal. Este recubrimiento se derrite a 2.051º C, pero el metal de aluminio se derrite a 650º C. Si este óxido se dejara en el metal, el aluminio se derretiría antes que su recubrimiento y el técnico de reparación estaría intentando soldar a través del revestimiento. El resultado, probablemente, sería una soldadura impredecible. Es esencial, entonces, eliminar los recubrimientos de óxido con un cepillo de acero inoxidable o papel de lija y luego limpiar el metal con un solvente antes de soldar. Siga la limpieza inicial con otra limpieza justo antes de comenzar a soldar.
El tercer consejo pasa por organizar las herramientas, sobre todo, las de acero. Debes trabajar con un juego de herramientas de mano completamente separado al soldar aluminio. Todos los abrasivos y herramientas de corte utilizados en el proceso de reparación de aluminio deben reservarse solo para trabajos de aluminio, para que no contaminen el aluminio con partículas de acero. Algunos discos de corte y desbaste están diseñados solo para aluminio. No se obstruyen como lo hacen los discos diseñados para el acero.
En cuarto lugar, escoger el gas adecuado, pues utiliza un tipo diferente de gas de protección. Cuando reparan el acero, los técnicos dan por sentado que utilizarán gas de protección C-25, compuesto de 75% de argón y 25% de CO2. Con el aluminio, sin embargo, necesitan usar argón al 100%, ya que el argón hace un gran trabajo limpiando el óxido del metal justo antes de que se realice la soldadura.
Igualmente importante es utilizar una punta adecuada para la soldadura de aluminio. Cuando realice reparaciones con un soplete de soldadura, debe usar una punta especial diseñada para usar con aluminio. Estas puntas, a menudo, están marcadas con una “A” o “AL” y se fabrican con un orificio de gran tamaño, reconociendo que el cable del electrodo se expandirá del calor. De la misma manera, las boquillas para proteger el gas deben ser más grandes que las que se usan con el acero, ya que deben permitir una mayor tasa de flujo de gas.
Por otra parte, la soldadura de acero puede llevarse a cabo de dos formas: tirando o empujando el cordón de soldadura. En la soldadura de aluminio, utiliza la técnica de empuje para precalentar el área a soldar y para mejorar la acción de limpieza del gas protector de argón.
El séptimo consejo pasa por asegurarse de usar el cable del electrodo designado por el fabricante del vehículo para la aleación de aluminio en particular que está soldando. El alambre debe sobresalir de la antorcha de soldadura como lo haría normalmente en la soldadura de acero y, por lo tanto, mantendrá la antorcha más alejada de la superficie al soldar.
Un plus en el proceso es el pulso. En otra variación de la soldadura de acero, debe evitarse el método de cortocircuito convencional. En lugar de confiar en que el electrodo golpee el metal, cortocircuite y se rompa, los soldadores que trabajan con aluminio deben usar un rociador pulsado. En este método de transferencia, el cordón de soldadura se rompe antes de ser rociado en el metal fundido.
Camina antes de correr es el noveno consejo, que asegura que el aluminio distribuye el calor de la antorcha de soldadura en todo el material que se está soldando, mientras que el acero mantiene el calor en el área donde se está aplicando. Debido a su capacidad para transferir calor con alta eficiencia y su bajo punto de fusión, el aluminio requiere una técnica de soldadura específica. Debe comenzar a mover la antorcha lentamente y luego aumentar la velocidad a medida que la antorcha recorre la superficie.
Finalmente, es importante evitar los arranques en frío al soldar aluminio. Debe producir una pestaña de funcionamiento o utilizar una máquina de soldadura que tenga un ajuste de precalentamiento. Para evitar que se formen cráteres en el aluminio al final de la soldadura, presione el gatillo para que se forme una pestaña de salida.
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