Un parque móvil asolado... ¿Cómo afectará al sector la DANA?
Talleres, concesionarios, recambistas, desguaces, transportistas... afrontarán en las próximas semanas un cambio en el escenario de sus negocios tras el duro golpe de este desastre meteorológico.
El impacto de la DANA que ha arrasado varias zonas de Valencia, Castilla-La Macha y Andalucía se ha cobrado ya más de 70 víctimas mortales. Por supuesto, está es la consecuencia más grave que va a dejar esta cruel tragedia. Un drama humano que, además, deja un contexto fantasmagórico, postapocalíptico prácticamente, que difícilmente es calibrable en lo material. Carreteras hundidas, puentes destruidos, naturaleza lacia, árboles varados por todos lados, pueblos enteros devastados, comercios anegados, vehículos volcados, arrastrados a la deriva durante la riada -claves algunos como refugio para salvar la vida de sus pasajeros- apilados como si fueran un puñado de coches de juguete... Sin duda, un escenario terrorífico que muestra un horizonte aún más teñido de incertidumbre. Escudriñando el desastre en la clave de la automoción, la realidad es que el parque móvil está asolado en toda la zona cero. ¿Cuáles serán las consecuencias?
"Los talleres de coches vamos a tener mucho trabajo de reparación de vehículos y la cantidad que se van a dar como siniestro total es enorme, porque los destrozos han sido devastadores", explicaba esta mañana María José Lladró, secretaria técnica de Feverauto a este medio. Es evidente que el número de coches destrozado por las riadas, lluvias torrenciales, escombros... se contará por millares. Muchos de ellos, tendrán como próximo destino un desguace, por lo que es posible, aunque las pérdidas económicas son muy elevadas, que los concesionarios puedan ver incrementadas sus ventas ya sean vehículos nuevos o de segunda mano para que los afectados puedan retomar lo antes posible sus hábitos diarios.
También podrían incrementada su demanda los talleres de reparación -aquellos que lógicamente no se hayan visto afectados directamente por las inundaciones-, pues otros propietarios, con más fortuna, podrán arreglar sus vehículos con daños más parciales o leves. En cuanto a los plazos de entrega se refiere, con la mano de obra no debería haber problema, más dudas surgen a la hora de que pueda haber un suministro adecuado de material y piezas con los que poder arreglar esos vehículos. Las comunicaciones son una utopía ahora mismo, tardarán semanas, incluso meses, en recuperar la normalidad en las infraestructuras por carretera y tren. Por tanto, los transportes que proporcionen el nuevo abastecimiento puede tardar en llegar.
En ambos casos, tanto talleres como concesionarios, las próximas semanas serán de un gra trasiego de actividad. En el caso concreto de los segundos, los puntos de venta de vehículos, también sobrevuela otro drama, pues muchos coches expuestos en los parking o explanadas se convirtieron en "inverosímiles embarcaciones" a la deriva entre la riada.
"Las pérdidas son brutales también en los concesionarios, que se han visto muy afectados, no van a poder recuperar los vehículos que tenían en sus campas para vender... Por ejemplo, en la pista de Silla (Valencia), hay muchos concesionarios oficiales y los daños van a ser enormes", vaticinaba Lladró con toda la "precaución posible".
Una materia prima, un patrimonio, "hundido" entre las aguas que difícilmente podrá ser asumido por los empresarios y las multinacionales sin que las cifras lleven incrustado un menos delante, pese a la más que segura declaración de esas comarcas como "zona catastrófica" por parte de las administraciones.
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