Cinco malas prácticas que incrementan el riesgo de averías

Autingo ha recogido cinco malos hábitos al volante, especialmente usuales en verano, que aumentan el riesgo de averías y de los que los talleres deben advertir a los usuarios.

Sobrecargar el coche. Viajar con exceso de peso compromete el buen funcionamiento de los sistemas de suspensión y puede dañar los amortiguadores traseros. Otro de los riesgos es la pérdida de estabilidad del coche en las curvas y por lo tanto el peligro para seguridad de los ocupantes. Además, aumenta la distancia de frenado, crece el consumo de combustible y puede suponer sanciones.

Añadir caravanas u otros objetos remolcados. “Antes de añadir un remolque hay que asegurarse de que el coche está homologado para ello y que no se supera el peso límite de arrastre”, explican desde Autingo. Si se siguen las recomendaciones del fabricante, no tiene por qué generar ningún problema, pero el motor sufre más y se consume más combustible. Además, se somete a las pastillas de freno a un mayor desgaste y se incrementa el riesgo de averías en el embrague.

Hacer el viaje sin parar. Aunque se suele recomendar hacer paradas cada dos horas, no cumplirlo no debería producir ninguna consecuencia mientras el motor esté a punto. En caso contrario, pueden surgir problemas con la bomba de agua, el termostato o el electroventilador, que pueden ocasionar la rotura y recalentamiento del coche.

Abusar del aire acondicionado. Si no se ha realizado un correcto mantenimiento, puede generarse una pérdida de gas y problemas con el compresor. “Lo mejor es siempre airear el coche antes de encender el climatizador y después programarlo a una temperatura adecuada de entre 22 y 24 grados”, afirman desde Autingo.

No lavar el coche con frecuencia en ambientes de playa. Puede ocasionar serios daños en la carrocería y aumenta los riesgos de sufrir corrosión en la estructura del vehículo.