El fundamental papel del taller como asesor de su cliente, por Ramón Marcos (Conepa)
Casi dos de cada diez talleres reconocen no proponer nunca a sus clientes, o hacerlo muy pocas veces, una revisión o mejora del estado del vehículo diferente a aquella por la que el automovilista acudió a sus instalaciones.
Cuesta trabajo optar por uno solo de entre todos los temas de rabiosa actualidad que se suscitan en estos momentos, para acudir a la tradicional cita anual con el sector en el presente Manual de Electromecánica y Diagnosis de Infocap. Permitidme, queridos amigos lectores de esta publicación, hacer unas breves alusiones a varias cuestiones antes de introducir “mi” tema elegido para esta ocasión.
En estos días en que escribo las presentes líneas, las asociaciones hemos recibido con satisfacción el anuncio de que la Unión Europea prorrogará cinco años el reglamento 461/2010, marco de las relaciones entre los operadores de la posventa, que caducaba en mayo de 2023. Es una buena noticia, sin duda, aunque todavía queda por terminar de definir en las directrices complementarias los aspectos relacionados con la regulación del acceso y administración de los datos generados desde los vehículos conectados. No es sencillo, desde luego, pero sí una prioridad para estos próximos meses.
ECONOMÍA CIRCULAR
Nos preocupa también lo relativo a cómo se está entendiendo la aplicación de la economía circular al mundo del automóvil y las asociaciones de talleres hemos denunciado públicamente la falta de coherencia entre el fomento de la reparabilidad y la reducción de los residuos, objetivo de las directivas europeas, y el envío de cientos de millones de vehículos al desguace para su sustitución por nuevos vehículos, sobre cuyo futuro a largo plazo tampoco tenemos garantías.
Sobre todos estos temas, nuestra capacidad de decisión es solo parcial. Sin embargo, sí hay otra cuestión, a la que dedicaré los siguientes párrafos, que depende de cada uno de nosotros, empresarios del sector, y que, aunque repetida hasta la saciedad, siempre está bien recordar por su vital importancia dentro de la función social del taller: la de velar por la seguridad vial a través no solo de realizar bien nuestro trabajo, sino de concienciar a nuestro cliente sobre su responsabilidad en la misma.
Casi dos de cada diez talleres reconocen no proponer nunca a sus clientes, o hacerlo muy pocas veces, una revisión o mejora del estado del vehículo diferente a aquella por la que el automovilista acudió a sus instalaciones. Así lo puso de manifiesto el Informe “Talleres y Movilidad Sostenible” realizado hace unos meses año dentro de las actividades de la XI Carrera del Taller.
COMUNICACIÓN DIRECTA Y PERSONAL
El objetivo era conocer en qué medida los profesionales españoles de la reparación incentivan la mejora del estado de los automóviles de sus clientes más allá de la razón principal por la que estos acuden al taller. Realizado por la consultora Thot Data, recogía las respuestas de un total de 382 talleres españoles. La principal conclusión del mismo es que aún queda mucho por hacer para optimizar la comunicación directa y personal que el taller tienen con el automovilista. Todavía no son mayoría los talleres que, de forma sistemática, proponen mejoras adicionales del estado del vehículo, apelando a la seguridad vial y el medio ambiente. En general, bien por “falta de tiempo” o bien por “anticipar que el cliente tendrá dificultades para invertir más en el mantenimiento de su coche”.
Existe, por tanto, una clara oportunidad de mejora para que los profesionales del taller sigan concienciando a los clientes sobre la necesidad de llevar sus coches en un perfecto estado de conservación para circular más seguros y minimizar su impacto ambiental. Y eso está en manos de cada uno de los que operamos en este sector. Siempre con responsabilidad, siempre generando confianza. Como los verdaderos, los mejores, asesores que debemos ser de los automovilistas españoles.
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