Ahorrar combustible, el nuevo gancho del taller
Cuando el combustible está por las nubes, los talleres tienen una oportunidad para fidelizar y atraer clientes. Operaciones de optimización del motor, cambios de aceite y filtros o revisiones de neumáticos son trabajos que ayudan a reducir el consumo y acaban por aliviar el bolsillo de los consumidores.
La economía global se ha subido a una montaña rusa. La energía se ha convertido en arma de guerra y también en palanca de poder. Como resultado, visitar la gasolinera es un dolor de cabeza para miles de conductores, que han visto cómo se disparaban los precios del combustible.
Este no es un panorama muy alentador para los talleres, ya que una gasolina por las nubes suele suponer menos kilómetros recorridos por los vehículos y, por tanto, menos operaciones de mantenimiento. Sin embargo, ese incremento en los precios de los carburantes puede abrir una ventana que lleve a los reparadores a atraer y fidelizar a sus clientes.
REDUCIR EL CONSUMO Y ALGO MÁS
Cada vez más talleres buscan nuevas estrategias que les ayuden a paliar las consecuencias de los elevados precios del combustible sobre sus negocios. Ya han surgido algunas alternativas interesantes que se centran en un concepto, el ahorro en el consumo de combustible, que resulta especialmente importante para sus clientes.
Se trata de operaciones que ayudan a mantener el consumo a raya y, por tanto, muy atractivas en contextos en los que la factura del combustible se dispara.
Además de ampliar la oferta de servicios del taller y ayudar a reforzar el vínculo entre reparador y cliente, estos trabajos que buscan optimizar el gasto de carburante tienen un efecto secundario especialmente interesante para los talleres: pueden animar a sus clientes a recorrer más kilómetros.
Todo esto es tan sencillo como trasladar a los conductores los beneficios que ciertas operaciones, desde optimizaciones sofisticadas del motor a sencillas puestas a punto, tienen sobre el consumo de su vehículo.
OPTIMIZACIÓN DE MOTOR
Una de las principales tendencias entre los talleres consiste en hacer de la necesidad virtud ante los precios desorbitados de los carburantes. Es decir: cambiar las reprogramaciones de las centralitas para alcanzar más potencia por operaciones de optimización que reduzcan el consumo.
De hecho, esas operaciones de reprogramación no solo sirven para aumentar la potencia o el par, sino también para que los vehículos gasten menos carburante. Por eso, cada vez hay más software disponible para los talleres con este último objetivo.
Tal y como explica Juan Francisco Calero en un vídeo del Grupo Serca, ofrecer esta alternativa a los clientes permite a los talleres ofrecerles un servicio diferencial, especialmente beneficioso en el caso de los profesionales y las empresas, a quienes pueden llegar a ahorrar miles de euros. Eso sí, también los particulares se pueden beneficiar de una optimización del motor.
Este tipo de operaciones es para todos los públicos: se puede realizar sobre coches, furgonetas, camiones o vehículos agrícolas. Básicamente, lo que se busca con una optimización es modificar dónde entrega el motor el par máximo. Así, el conductor tendrá más fuerza a bajo régimen de revoluciones y podrá optimizar el empuje del motor en función del rango de marchas que tenga el vehículo.
Con esta modificación, el vehículo no requerirá una reducción de marchas en ciertas situaciones, sino que podrá circular con marchas más largas. De esta manera podrá reducir su consumo de combustible. Así, si el conductor o la empresa reducen su gasto en carburante, podrán recorrer más kilómetros por el mismo precio y mantener el ritmo habitual de operaciones de mantenimiento.
REVISIONES QUE REDUCEN EL CONSUMO
Otra gran baza que los talleres tienen en su mano en un contexto de precios de combustibles por las nubes son las propias operaciones de mantenimiento. Esto se debe a la incidencia que tiene una buena puesta a punto sobre el consumo de carburante del vehículo.
Después de una época en la que la movilidad de los ciudadanos se ha visto alterada por cuestiones tan dispares como las restricciones por la pandemia o el auge del teletrabajo, es posible que muchos conductores se hayan despistado a la hora de realizar las revisiones correspondientes a sus vehículos.
Ante esta circunstancia, cada vez más talleres enfocan la venta de sus servicios de mantenimiento a recordar a los conductores la importancia que este tipo de operaciones tienen sobre la eficiencia de los motores.
Un ejemplo muy sencillo de esto consiste en recordar la incidencia que tienen los filtros en el consumo de carburante. Tal y como comenta Mann-Filter, saltarse el periodo de mantenimiento de los filtros del motor aumenta también, en cierta medida, el gasto de combustible que realiza el motor, junto a las emisiones y el riesgo de averías.
El principal problema con un filtro obstruido es que aumenta el esfuerzo que tiene que realizar el motor para hacer pasar los distintos fluidos a través de los filtros. Así, tras el periodo de servicio que viene especificado en el manual de mantenimiento del vehículo, el filtro queda colmatado y debe ser sustituido para evitar que el motor trabaje en condiciones poco óptimas.
ACEITES Y NEUMÁTICOS QUE AHORRAN
Este es un concepto que se puede trasladar, con sus peculiaridades correspondientes, a otras operaciones como el cambio de aceite o el de neumáticos. Ambos elementos tienen su incidencia en el consumo de combustible que realiza el vehículo.
En el caso del aceite, este fluido se encarga de reducir la fricción que se produce entre distintos componentes y piezas metálicas del motor. Además de evitar su desgaste e incluso su gripado, esta función de los lubricantes permite a los motores entregar las mismas prestaciones con menos esfuerzo.
De hecho, cuando el aceite ha superado su periodo de sustitución, la pérdida de estas propiedades puede llevar a un aumento en el consumo de combustible que realiza el vehículo.
Respecto a los neumáticos, resulta especialmente importante para la eficiencia del vehículo que su contacto contra el suelo sea óptimo. Para ello, es fundamental que las cubiertas estén en buen estado y también que circulen con la presión adecuada para evitar un rozamiento excesivo.
Se trata de operaciones habituales en los talleres que pueden ayudar a atraer de nuevo a sus instalaciones a unos clientes preocupados por su factura de combustible.
Revisar el sistema Start-Stop
- La revisión de elementos del vehículo directamente vinculados con el consumo de combustible es otra oportunidad que los talleres pueden aprovechar para atraer clientes y aumentar su facturación en las circunstancias actuales.
- Uno de esos elementos es el sistema Start-Stop. Cuando la batería se deteriora, el funcionamiento de este dispositivo tan importante para el ahorro de carburante en conducción urbana se ve afectado.
- Por este motivo, resulta especialmente interesante para los talleres realizar una revisión periódica del estado de la batería dentro de las operaciones de servicio rutinarias. Así, si es necesario, podrán sustituir la batería antes de que falle y garantizar un consumo óptimo de combustible a sus clientes.
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