Cuando se produce un fallo en el freno de estacionamiento eléctrico, debe comprobarse en el banco de pruebas para frenos, donde se detecta si el sistema falla parcial o totalmente. Si en el banco de pruebas se observa un funcionamiento deficiente, debe hacerse una comprobación visual.

Asimismo, hay que comprobar el funcionamiento de las pastillas y zapatas de freno, de los cables de freno y de la estanqueidad del sistema. Si las pastillas y zapatas funcionan bien y no hay fuga ni daños en los cables del freno, deberá revisarse la mecánica.

Al activar el interruptor del freno de estacionamiento en parado y con el motor apagado, se oirá el proceso de cierre. Si no se detecta ninguna avería después de la comprobación visual y de haber analizado la mecánica, o si no se activa la unidad de accionamiento o los servomotores, será necesaria una máquina de diagnosis para consultar la memoria de averías.

Con la ayuda de los bloques de valores de medición, puede revisarse el funcionamiento de otras piezas. Y mediante una diagnosis de los actuadores, se pueden controlar las distintas piezas y su funcionamiento.

También existe la posibilidad de que el freno de mano eléctrico no entre en funcionamiento debido a que reciba una tensión inadecuada. Este exceso o defecto de voltaje se debe a un mal estado de la batería, por lo que hay que asegurarse de que esta se halla en óptimas condiciones y garantizar así que todos los dispositivos electrónicos del vehículo trabajan con la tensión adecuada.

Finalmente, Hella recuerda que cuando se lleve a cabo una reparación, deben respetarse las instrucciones específicas del fabricante del vehículo, así como los valores de comprobación y el par de apriete correspondiente. Después de reparar el EPB, ha de borrarse la memoria de averías y hacer una comprobación del funcionamiento en el banco de pruebas para frenos.