Arnott recomienda revisar la suspensión neumática al hacer el cambio de neumáticos
Señala que el frío puede dañar las balonas y que es conveniente también revisar el resto de componentes que integran este tipo de suspensiones, ya que además de garantizar seguridad al usuario, reporta beneficios al taller.
Con la llegada del invierno, la temperatura desciende y exige mantener en forma el automóvil para garantizar fiabilidad y seguridad en los traslados que, de cara a la Navidad, suelen ser más frecuentes. Como preparación para el clima más frío, muchos propietarios llevan el vehículo al taller justo antes de que comience el invierno, para estar preparados para los períodos de frío y las alteraciones de las condiciones de la carretera. Una revisión de invierno gratuita es una buena manera de atraer clientes al taller y, por lo tanto, muchos talleres ofrecen este servicio.
Una de las tareas más comunes es cambiar los neumáticos de verano por los de invierno, en busca de mayor agarre y estabilidad con temperaturas más bajas, lluvia, granizo y nieve. Dicho cambio supone, además, una gran oportunidad para comprobar el sistema de suspensión neumática. Cuando se quitan las ruedas y como parte de la rutina de verificación invernal es fácil y conveniente verificar el estado de los amortiguadores neumáticos, las balonas neumáticas y los amortiguadores, asegura Arnott-Air Suspension Products, especialista en suspensión neumática para el mercado del recambio.
Señala que es importante comprobar si todos los componentes siguen en buenas condiciones y una charla informal con el propietario del automóvil puede revelar posibles problemas con la suspensión neumática. Puede preguntarse si el coche cae más de 2,5 cm durante la noche o si, a veces, el coche está más bajo en una esquina. En caso afirmativo es necesaria una inspección adicional.
Pequeñas grietas
Como ocurre con muchos componentes del automóvil, el clima influye en el funcionamiento y la vida útil de los componentes de la suspensión neumática. Si hay pequeñas grietas durante la revisión de invierno es aconsejable recomendar el reemplazo de las balonas neumáticas. En este sentido, hay que explicar al cliente que, en temperaturas frías, la goma de la cámara de aire se vuelve un poco más dura y menos flexible. Dado que el caucho envejecido comienza a mostrar pequeñas grietas en el lado del pistón rodante, la temperatura fría podría darle el último empujón para estallar y dejar parado el automóvil.
También puede encontrarse una fuga rociando los componentes con una solución de agua y jabón: si aparecen burbujas, hay una fuga. No obstante, hay que mantenerse alerta, ya que no todas las fugas se encuentran fácilmente. También se puede ubicar una fuga en el borde plegado de la balona, que no es visible a una altura de conducción normal. Asimismo, recomienda Arnott revisar los amortiguadores neumáticos y los amortiguadores, para ver si hay fugas de aceite y óxido.
Otro punto a inspeccionar es el estado de la manguera de entrada de aire en el compresor. La combinación de temperaturas frías y vibraciones del compresor pueden hacer que la manguera se agriete, haciendo que el compresor succione humedad y suciedad en lugar de aire filtrado puro. Cuando pasa desapercibido durante demasiado tiempo, tiene implicaciones importantes en el funcionamiento del sistema de suspensión neumática. Demasiada humedad en el sistema puede causar oxidación y problemas en el bloque de válvulas cuando se congela. El bloque de válvulas defectuoso evitará que el vehículo se nivele y se mostrará un código de error.
Bueno para taller y usuario
Aprovechar la oportunidad de revisar los componentes de la suspensión neumática durante una revisión de invierno o un cambio de ruedas beneficiará tanto al taller como al propietario del automóvil. Al realizar estas comprobaciones rápidas, se garantiza al cliente seguridad al volante y, además, pueden evitarse costosos daños, como un compresor quemado.
Además de un excelente servicio al cliente, el taller también puede beneficiarse de una posible facturación adicional. Por lo general, cuando hay un componente de suspensión de aire defectuoso, debe repararse para que el sistema funcione y mantenga una conducción cómoda y segura. Encontrar una fuga durante el cambio de rueda significa la sustitucióm de una balona y, por tanto, más trabajo para el taller. Por lo tanto, ante un cambio de rueda, Arnott recomienda revisar también los componentes de la suspensión neumática.
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