Consejos y trucos para la instalación de la suspensión neumática
Arnott, como especialista en este tipo de suspensiones, ofrece unas pautas sobre las balonas, los amortiguadores neumáticos y los compresores.
Arnott, especialista en suspensión neumática para la posventa, ofrece una serie de consejos y trucos para que todos los instaladores reparen con seguridad y eficacia las suspensiones neumáticas. Sobre las balonas, señala que después de instalarlas es necesario verificar dos veces que el pistón inferior está montado correctamente y asentado/acoplado en sus pasadores/cerrojos de montaje. De lo contrario, el pistón inferior puede romperse o la balona puede salirse de su ubicación. Asimismo, añade que es preciso asegurarse de que la línea de aire esté colocada y enrutada correctamente. La instalación incorrecta de la línea de aire puede hacer que esta se atasque entre la cámara de aire y los componentes del chasis (por ejemplo, la carcasa de la rueda interior), haciendo imposible desinflar la balona a través de la línea de aire.
Por otra parte, la balona hay que inflarla siempre mientras el vehículo está sostenido en el elevador. Si se descuida, el peso del vehículo se distribuye de manera desigual. En consecuencia, la balona puede doblarse durante el procedimiento de llenado de aire. Esto ejerce tanta tensión en la manga de aire que podría hacer que la balona se salga del anillo de engaste. Además, cuando se reemplace una balona, hay que revisar siempre minuciosamente también el amortiguador, ya que es el responsable de la amortiguación, no la balona. Cuando la fuerza de amortiguación del amortiguador ya no es suficiente, la balona necesita absorber más impactos, algo para lo que no está hecha. Esto puede hacer que el pistón inferior se agriete o se rompa.
Amortiguadores neumáticos
Al instalar la línea de aire en una pieza Arnott, casi nunca es necesario quitar o apretar el accesorio. Si se retira, Arnott recomienda apretar el accesorio Voss con un máximo de 2 Nm. Cuando se usa más par, puede dañar la rosca del tornillo, lo que provocará que la balona pierda aire en el accesorio.
Después de la instalación, es preciso verificar si el cableado/conectores están colocados correctamente. Una instalación incorrecta o conexiones sueltas pueden generar códigos de error. Apretar los tornillos superiores con cuidado y de acuerdo con las especificaciones del fabricante. En general, Arnott no recomienda el uso de herramientas neumáticas para esto. Apretar demasiado los tornillos puede dañar la rosca o incluso romperse. Arnott entrega sus amortiguadores neumáticos con las tuercas y tornillos de montaje adecuados. Usarlos facilita una instalación sencilla y sin problemas.
Compresores
El desgaste o la sobrecarga del compresor es, a menudo, un daño consecuente que hace que sea crucial revisar el sistema de suspensión de aire para detectar posibles fugas. Por lo general, es fácil reconocer si un compresor falló debido a quemado/sobrecarga, porque huele a quemado, las etiquetas del compresor se han vuelto amarillas debido al intenso calor y, a menudo, las líneas/conectores también se derriten parcialmente. Si este es el caso, no solo hay que instalar un nuevo compresor, sino que también hay que asegurarse de encontrar la causa raíz. De lo contrario, es probable que el nuevo compresor también se estropee en poco tiempo.
Al reemplazar un compresor, hay que sustituir también el relé y verificar o reemplazar el filtro de aire. El compresor se enciende y apaga mediante un relé que es controlado por la Unidad de Control Electrónico (ECU). El relé puede pegarse y hacer que el compresor bombee aire continuamente. Esto eventualmente conducirá a un compresor quemado. El compresor aspira y ventila el aire a través de su filtro de aire. Si el compresor viejo se rompió debido al agua y/o suciedad en el interior, es probable que el filtro de aire esté contaminado. Si solo se reemplaza, el nuevo compresor succionará el agua/los desechos existentes.
Después de reemplazar el compresor, siempre verificar el estado de las mangueras de entrada y de admisión. Una manguera de entrada puede secarse y volverse porosa provocando fugas y/o desprenderse del compresor. En ambas situaciones, esto conduce a que haya agua y suciedad dentro del compresor, lo que hace que se descomponga. Si no se nota, también dañará el nuevo compresor sin posibilidad de reparación.
Finalmente, revisar el mazo de cables del compresor en busca de posibles cables rotos o agrietados. Un compresor puede vibrar cuando está en funcionamiento provocando el desgaste del cableado.
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