Arnott aconseja revisar la suspensión neumática antes de salir de vacaciones
Con la inactividad, la goma de las balonas puede estar dañada y provocar fugas de aire, que impiden el correcto funcionamiento del sistema y ponen en riesgo al compresor.
Con la proximidad de las vacaciones de verano y la disminución de las restricciones por la Covid, muchos conductores están listo para arrancar sus vehículos y emprender ese ansiado viaje vacacional. Precisamente, este tipo de uso, con el coche sobrecargado, con remolque, viajes de muchos más kilómetros no es el habitual y pueden causar una tensión adicional en la mecánica del automóvil.
Nadie quiere que una avería estropee sus vacaciones, por lo que muchos talleres ofrecen revisiones de vacaciones, que implican sistema de frenos, líquidos, neumáticos, escobillas limpiaparabrisas, batería y, desde luego, también el sistema de suspensión neumática, sobre todo, tras haber estado el automóvil parado largo tiempo.
En este sentido, Arnott-Air Suspension Products aconseja la verificación adecuada de la suspensión, ya que buena parte de las personas que viajan a su destino de vacaciones llevan una carga más grande en sus vehículos y, por lo general, conducen distancias más largas. Todo ello influye en el sistema de suspensión y hace que el correcto funcionamiento del sistema sea aún más importante. La ventaja de un vehículo equipado con suspensión neumática es que el sistema nivela el automóvil en todas las circunstancias, incluidas las cargas pesadas y el remolque.
Funcionamiento
Los sistemas de suspensión neumática utilizan un compresor para inflar las balonas. Los sensores de altura dan a la ECU (unidad de control electrónico) una señal cuando el vehículo no está a una altura predeterminada, momento en el que el compresor bombea aire a las balonas hasta alcanzar la altura adecuada. Esto lo hace el sistema después de la carga, mientras el vehículo aún está parado, pero también de forma continua mientras se conduce.
Como piezas de desgate, la goma de las balonas se secará y comenzarán a surgir pequeñas grietas en las áreas vulnerables, por lo que deberán sustituirse entre los 6 y los 10 años, dependiendo del kilometraje, el clima, las condiciones de conducción y el uso todoterreno.
Fugas
El diagnóstico rápido de una cámara de aire con fugas es fácil. Si el automóvil está estacionado durante la noche y a la mañana siguiente una esquina está más baja de lo normal, el sistema tiene una fuga. Aun así, una pequeña fuga puede pasar desapercibida para el conductor, por lo que es recomendable cerciorarse utilizando una solución jabonosa.
Conviene recordar que el compresor, ante una pequeña fuga, puede mantener la presión adecuada. Sin embargo, a medida que se agrande, el compresor se sobrecalentará (o se quemará) en su intento de alcanzar la presión y la altura de manejo requeridas, lo que causará daños irreversibles al compresor. La carga adicional del equipaje de vacaciones y/o las sinuosas carreteras sinuosas de montañas crearán aún más estrés, por lo que es absolutamente crucial que se revise todo el sistema antes de comenzar el viaje.
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