Un taller de EEUU da una alternativa al modelo de posventa de Tesla
Rich Benoit repara Teslas con piezas de otros coches accidentados de la marca.
Los propietarios de un Tesla saben bien que la compañía de Elon Musk tiene establecido un modelo de posventa bastante cerrado. Al igual que Apple, no dispone de servicios técnicos oficiales concertados y aquel que precise reparar su Model S, su Model X o su Model 3 debe acudir a un Tesla Service Center. La ventaja: nos aseguramos de que nuestro vehículo estará en manos de personal cualificado por la compañía y que dispondrá de recambios originales. El inconveniente: limita sobremanera las opciones de reparar el coche y encarece el precio.
Esto es un lastre para las compañías de seguros, que en muchas ocasiones prefieren declarar siniestro total un Tesla accidentado antes que enviarlo a uno de los talleres propiedad de la compañía, cuyo coste sobrepasa el de la indemnización. Un fenómeno que no cuadra bien con la sostenibilidad tan defendida por Tesla.
Pero esta estructura del servicio posventa tenía que chocar más tarde o más temprano con la realidad cotidiana de Estados Unidos, mercado nativo de Tesla y donde los talleres se cuentan por millones y son numerosos los propietarios de automóviles que disponen de un espacio en su casa donde efectuar pequeños, o grandes, arreglos en sus coches.
Rich Benoit tiene un pequeño taller en New Hampshire donde se dedica a reconstruir Teslas accidentados. Su historia, que nos cuenta Motorpasion, nace con su afición a estos innovadores coches eléctricos. Como no estaba dispuesto a pagar 100.000 dólares por un Tesla Model S, decidió adquirir uno que había sufrido una inundación, por 14.000 dólares, y repararlo él mismo. El problema llegó cuando se dio cuenta de que la compañía no vende recambios.
Pero hacía falta algo más que la inexistencia de una tienda de recambios Tesla para desanimar al propietario de Rich Rebuilds. Se compró otro Model S accidentado y con las piezas útiles de los dos coches hizo uno completo y en perfecto uso.
Desde entonces, Benoit se dedica a la reparación de Teslas accidentados. Dispone de un importante stock de recambios y ya ha puesto de vuelta a la circulación varios vehículos de la marca que de otra forma habrían sido irrecuperables. Su canal de YouTube posee 180.000 seguidores y las vistas de sus vídeos se cuentan por millones, procedentes tanto de curiosos como de propietarios de Teslas y aficionados a la mecánica. El negocio de Rich Benoit es aún insignificante si lo comparamos con la magnitud del de Musk, pero su mera existencia supone una alternativa al modelo de posventa de Tesla y hace una llamada de atención sobre la conveniencia de hacer más sostenible el ciclo de reparaciones de sus automóviles.
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