¿Qué sucede cuando los amortiguadores están en mal estado?
Los expertos de Midas desvelan algunas pistas para conocer el estado de los amortiguadores y cuándo cambiarlos.
Los amortiguadores del vehículo son primordiales en materia de seguridad, ya que protegen de golpes, impactos y vibraciones de la carretera tanto a los pasajeros como al resto de elementos del automóvil. Este dispositivo forma parte del sistema de suspensión y se encuentra localizado entre el chasis y las ruedas del vehículo en cuestión.
Entre los principales cometidos que cumplen los amortiguadores se encuentran el control de las oscilaciones de la suspensión para ganar adherencia a la vía, la mejora de la estabilidad en las curvas y la reducción de la distancia de frenado.
Por otra parte, sirven además para volver la marcha más confortable al absorber las irregularidades del terreno.
¿Cuándo se deben cambiar los amortiguadores?
Dado que los amortiguadores no son accesibles a simple vista, porque se encuentran encapsulados bajo la carrocería, es difícil comprobar su estado por un usuario. La mejor manera de saber el estado de los amortiguadores es mediante el comportamiento del coche.
"Si notamos un desgaste de las ruedas anormal, que el coche a veces da pequeños saltos, existen fugas de aceite en la zona o el vehículo pierde estabilidad y adherencia en ciertas situaciones, entonces podemos estar ante unos amortiguadores desgastados y es necesario cambiarlos", detallan desde Midas.
Si los amortiguadores están en mal estado se corre el riesgo de...
- De que los neumáticos del coche pierdan agarre a la carretera.
- De que los giros en las curvas se vuelvan menos precisos.
- De que las funciones del ABS y el control electrónico de estabilidad reduzcan su efectividad.
- De que la distancia de frenado se vea aumentada en más del 20%.
- De que se acelern el desgaste de algunos componentes, como los neumáticos, los muelles de suspensión, el diferencial o las juntas universales.
"Los amortiguadores son, por tanto, elementos protagonistas en el sistema de suspensión junto con los resortes", cuentan desde Midas. Y en cuanto a los últimos, explican que ayudan a asimilar los impactos de la carretera y su movimiento se ve reducido gracias a los amortiguadores, facilitando de esta forma el control del coche.
"Si sospechas que tu automóvil ha perdido estabilidad, no dudes en acudir al taller Midas más cercano para que un profesional realice la revisión de los amortiguadores de manera totalmente gratuita y los cambie si es pertinente. Es importante resaltar que en estos momentos y hasta el próximo 13 de marzo hay una promoción disponible de un 20% de descuento en todos sus talleres. A modo de conclusión se puede decir que el excesivo desgaste de los mismos puede poner en un serio compromiso nuestra seguridad", manifiestan desde la red de reparación.
¿Qué tipos de amortiguadores existen?
En el mercado se puede encontrar dos clases de amortiguadores en función de la estructura y funcionamiento, los monotubo y los bitubo.
Monotubo
Está compuesto de un solo cilindro que tiene dos cámaras de trabajo por las que circula aceite. Absorbe las oscilaciones de la carretera a través de un vástago y unas válvulas de presión. La mayor parte de este tipo de amortiguadores también tiene una pequeña cámara de gas a alta presión para evitar que en el aceite que circula por su interior salgan burbujas.
Bitubo
Su estructura está formada por dos cuerpos, uno de trabajo y otro de compensación. Consta de dos cilindros interiores con un vástago que tiene alojado un pistón de trabajo y las válvulas que regulan la compresión y extensión del propio amortiguador cuando se adapta al terreno. Suelen ir instalados en la parte delantera para que de esta forma pueda soportar las mayores cargas de trabajo debido al peso del motor.
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