Ocho malos hábitos que incrementan las averías del vehículo
La forma de conducir influye mucho en el buen estado del coche, según Autingo.
Para que un coche dure muchos años, es importante hacer un buen mantenimiento, pero también influye la forma de conducir. Autingo, plataforma para calcular y reservar online las reparaciones del coche, ha identificado ocho malos hábitos al volante que perjudican al vehículo.
Mover la dirección con el coche parado. Afecta a la suspensión del vehículo, dañando la cremallera y la bomba de dirección, y desgasta en exceso los neumáticos.
Abusar del uso del embrague, dejándolo pisado cuando no es necesario. Este gesto hace sufrir mucho al disco y a las piezas que trabajan sobre él.
Utilizar la palanca de cambios como reposamanos. Puede acarrear graves desajustes en los mecanismos internos de la palanca o el desgaste de algunos elementos de la transmisión.
Circular con el depósito en reserva. Incrementa las posibilidades de que entren impurezas que acaben afectando a los sistemas de inyección del motor y al filtro del combustible. Además, también se puede ver afectada la bomba de combustible al no estar suficientemente refrigerada.
Conducir de manera agresiva o demasiado lenta. La agresividad al volante conlleva acelerones innecesarios y puede ocasionar daños al motor, a los frenos e incluso a la caja de cambios. Por el contrario, conducir de una manera demasiado lenta puede dañar la transmisión o el cigüeñal.
Hacer un uso excesivo de los frenos. Cuando sea posible, conviene reducir de marcha para retener el vehículo y así no someter a los frenos a un desgaste innecesario.
Aparcar sobre la acera o muy pegado al bordillo. Puede causar daños en los neumáticos y, en el caso de dejarlo subido a la acera, perjudica también a la alineación de la dirección, los elementos de suspensión o los amortiguadores, entre otros.
Retrasar el mantenimiento. Cuidar el motor y la mecánica del vehículo puede aumentar su vida útil.
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