Las infraestructuras para la carga de coches eléctricos es una necesidad con la que se abren paso nuevas oportunidades de negocio. Así, a la forma habitual de cargar los vehículos de este tipo se suma la tecnología inalámbrica, la cual será compatible con la mayoría de automóviles eléctricos en los próximos dos años, según publica Híbridos y eléctricos.
De este modo, el volumen de negocio del mercado de carga inalámbrica pasará de 44 millones de euros en 2017 a 60.540 millones en 2025, según el estudio ‘Wireless Charging Market by Technology & Industry Vertical - Forecast to 2025’, publicado por ResearchAndMarkets.com, un aumento que irá acompañado de un crecimiento de las ventas de eléctricos.
Para ello, empresas como Qualcomm, que cuenta con tecnología para cargar de forma inalámbrica dinámica un vehículo que viaja a velocidades de autopista con más de 20 kilovatios de electricidad a través de la superficie de una carretera eléctricamente inductiva, ya han desarrollado estos sistemas para firmas como BMW.
Asimismo, será necesario que los fabricantes de coches u otra empresa externa instalen ‘alfombrillas de carga’ en las plazas de aparcamiento para la carga estática.
No obstante, se prevé que los costes de esta tecnología sean mayores que los actuales y que el tiempo de carga sea más largo que en los dispositivos por cable, aspectos que harán que su crecimiento se pueda ralentizar.
