El VW Golf, entre los más robados por sus recambios
Los ladrones de coches tienen predilección por el Seat León, según un estudio de Línea Directa.
El diario “El Español” ha publicado un informe en el que desvela cuáles son los modelos más robados en nuestro país y las razones por las que se sustraen. Entre ellos destaca el VW Golf, y es que presenta una gran versatilidad como proveedor de piezas de recambio, según la aseguradora Línea Directa.
El modelo más robado es el Seat León tal y como refleja el estudio realizado por la compañía de seguros. ¿El principal atractivo? La gran demanda que tiene en los países de Europa del este, donde acaban muchos de estos vehículos. Por detrás, el mencionado VW Golf, aunque no tanto por el coche en sí como por el número de piezas que se pueden reaprovechar, y el BMW Serie 3, por su diseño y potencia de sus motores, cierran el podio y el Seat Ibiza y el Volkswagen Passat completan el Top-5.
El informe del español indica que en España desaparece un coche cada 210 segundos, es decir, 425 al día y un total de 155.000 modelos al año. La mayoría son vehículos de clase media, que tienen mucha demanda en el mercado de segunda mano y, más en concreto, en los países de Europa oriental, ya sea por su atractivo como vehículos o por el uso que se puede hacer de sus recambios. De hecho, continúa “El Español”, el modus operandi habitual comprende el robo, la huída en el coche robado, y su llegada a un lugar seguro para, bien despiezarlo y comercializar sus componentes, bien sacarlo del país en dirección a África o a países como Ucrania, Bulgaria, Rumanía o Rusia.
Madrid es, con diferencia, la ciudad en la que se roban más coches, con un total de 49.436 el año pasado, según datos de Unespa, la patronal de entidades aseguradoras. En segundo lugar viene Barcelona (19.560), y por detrás, Sevilla (13.266), Valencia (11.088) y Málaga (6.251).
Entre los consejos para evitar esta desagradable situación destacan: revisar bien que las puertas están cerradas, intentar no aparcar en zonas poco iluminadas, no dejar objetos de valor a la vista y, por supuesto, no olvidarse las llaves en el contacto.
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