El grupo automovilístico FCA ha llamado a revisión 210.000 unidades de cuatro de sus modelos (Dodge Journey, el Dodge Caravan, Jeep Compass y Cherokee) fabricados durante la pasada primavera, ya que podrían estar afectadas por un defecto de fabricación en el sistema de frenado.

Así, en los modelos nuevos o con bajo kilometraje podrían aparecer burbujas de aire en el líquido de frenos, lo cual podría repercutir de forma negativa en la eficacia de frenado y aumentar la distancia de la misma, según publica Motor Pasión.

Aunque la mayoría de las unidades afectadas se encuentran en Norteamérica, la llamada a revisión afecta también a Europa y, por tanto, a España, donde se comercializan el Jeep Compass y el Cherokee.

La compañía indica que el dispositivo ha sido fabricado por un proveedor externo y que no ha seguido las especificaciones de la marca para su producción.