El Real Decreto 1457/1986 por el que se regulan la actividad industrial y la prestación de servicios en los talleres de reparación de vehículos automóviles establece que hay un plazo de garantía para las reparaciones efectuadas en los vehículos, por el que el taller que ha efectuado una reparación debe hacerse cargo si esta presenta problemas durante los tres meses posteriores o hasta que el vehículo alcance los 2.000 kilómetros. Esta garantía en las reparaciones se aplica aunque el vehículo ya no tenga garantía legal, es independiente.

Esto fue lo que le sucedió a un usuario que llevó su vehículo al taller para que le arreglasen el aire acondicionado, lo que le costó más de 900 euros, según un caso práctico dado a conocer por Legalitas, del que nos hacemos eco por su indudable interés para el sector. A las pocas semanas, el aire seguía sin funcionar y volvió al taller para que se lo revisarán, ya que la reparación había resultado defectuosa. No obstante, pese a que estaba en periodo de garantía, el taller no quiso hacerse cargo.

Contacto con profesionales

Según la asistencia legal, al no haber pasado tres meses desde la reparación del vehículo, tenía derecho a que la empresa se hiciera cargo del arreglo. En primer lugar, se le recomendó hablar con el taller e intentar llegar a un acuerdo amistoso. Si esto no sucedía el cliente debería, solicitar una hoja de reclamaciones y, un informe pericial.

Negativas del taller

Tras interponer dos hojas de reclamaciones y obtener respuesta negativa del taller, que indicaba que el problema venía dado por otra pieza y que esa nueva reparación tenía un coste aparte, el cliente contrató a un perito que elaboró una hoja pericial en la que se manifiesta que la reparación del aire acondicionado fue defectuosa.

Con esta hoja pericial elaborada por el perito, la letrada preparó una reclamación dirigida al taller en la que se solicitaba la reparación total de la avería del vehículo, ya que la reparación inicial fue defectuosa. Asimismo, se solicitaba la devolución de los 900 euros al cliente, puesto que la reparación se inició durante el periodo de garantía y el importe debía ser asumido por la compañía.

Conseguido

Ante la falta de respuesta del taller, la abogada recomendó al cliente poner una demanda de juicio verbal por la vía judicial. Este la presentó en el juzgado de su domicilio y tras ser admitida a trámite, el taller respondió favorablemente. Reparó el aire acondicionado del vehículo cuya reparación le había costado 900 euros y le devolvió al cliente el importe pagado por el informe pericial.