Aser dedica la “causa” de noviembre a la visibilidad
Ver y ser vistos son los principales cometidos de los sistemas de visibilidad, que cobran especial importancia con climatología adversa y en conducción nocturna, razones muy lógicas para atender las recomendaciones del grupo de distribución de recambios.
Aser dedicada la penúltima de sus “12 causas” anuales a la visibilidad, que es uno de los principales elementos para una conducción segura, tal y como demuestra que el 90% de la información que llega al cerebro mientras conducimos lo hace a través de la vista y más del 80% de los accidentes ocurren de noche o en condiciones de baja visibilidad. El entorno, la posición relativa, la orientación, la velocidad, la dirección, etcétera, exigen al conductor constantes ajustes de su foco de visión, para poder comprender lo que le rodea y tomar las mejores decisiones que le ayuden a mantener el vehículo en la posición correcta. Por ello, es importante mantener los elementos relacionados con la visibilidad de nuestros vehículos en condiciones adecuadas, tales como luces y, en condiciones climatológicas adversas, escobillas limpiaparabrisas.
Climatología y conducción
La niebla disminuye la visibilidad horizontal. Su presencia impide ver los objetos lejanos y difumina los contornos de los próximos. Si se suma la presencia de humo cercano, la niebla es muy peligrosa. La visibilidad, para ver y hacerse ver, debe aumentarse encendiendo las luces de cruce y antiniebla y nunca debe utilizarse la luz de largo alcance, ya que el reflejo de la propia luz sobre las gotas de agua en suspensión dificulta aún más la visión. La niebla, además, aumenta la posibilidad de “patinar” en caso de frenazo e impedirnos ver qué ocurre por delante del vehículo que nos precede. Es mejor, por tanto, conducir a menor velocidad, pero con mayor seguridad.
La lluvia reduce más la visibilidad cuanto más pequeñas sean las gotas, por lo que la llovizna será más peligrosa que la lluvia fuerte con gotas gruesas. Con lluvia, a la falta de visibilidad por la distorsión de la luz de los faros se suma las salpicaduras del vehículo que llevamos delante y el incremento del deslumbramiento. También aumentan las posibilidades de que el vehículo patine al frenar o de que se produzca aquaplaning.
La nieve reduce la visibilidad directa, sobre todo, cuando el viento e incluso el desplazamiento del aire, al pasar a nuestro lado otro vehículo, produce remolinos. Con la nieve, el rendimiento visual es mucho menor, al reducirse los contrastes luminosos. En ocasiones, se pierden los límites de la carretera y nos es imposible diferenciar las señales orientadoras.
Es entonces cuando queda clara la importancia de contar con un sistema limpiaparabrisas y un sistema de iluminación de calidad, capaz de barrer el agua acumulada en el parabrisas y en la luneta trasera sin dañar el cristal y, sobre todo, sin dejar marcas por un incorrecto barrido que distorsione más la visibilidad.
Conducción nocturna
Conducir de noche es tres veces más arriesgado que hacerlo de día. La iluminación nocturna es menor, el cansancio se siente más rápido y se suele aumentar la velocidad por haber menos tráfico en la carretera, por lo que debe extremarse la seguridad para evitar accidentes. Cuando tengas la necesidad de conducir de noche, sobre todo en las estaciones que oscurece más temprano, lo mejor que puedes hacer es mantener una actitud activa, vigilante y anticipativa. Por supuesto, sin olvidarse de disponer de buena iluminación; es decir, revisando que las luces estén en perfecto estado para que la zona iluminada sea adecuada. Recuerda que los sistemas de iluminación de tu vehículo sirven para ver, pero también para que te vean, y esto no es menos importante.
Asimismo, si llevas luces largas, cambia a las de cruce si te encuentras con otro vehículo o si vas detrás de uno para no deslumbrarlo, no lleves las luces interiores del vehículo encendidas, te podrían restar visión hacia el exterior y molestar a otros conductores, y mantén los parabrisas limpios y revisa que los limpiaparabrisas funcionen correctamente y tienen líquido suficiente. Igualmente, adapta la velocidad a tu zona visual y aumenta la distancia de seguridad, así tendrás tiempo de actuar de ser necesario, y si vas a realizar un adelantamiento, ten especial cuidado al regresar a tu carril, ya que las distancias no se aprecian igual en la oscuridad.
Aser también recomienda estar muy pendiente de peatones y ciclistas, que tal vez no veas de inmediato, y especial cuidado si vas por una carretera secundaria en zona boscosa o campo, porque podría salir un animal y hacer que pierdas el control de tu vehículo.
Recuerda además que, si te sientes somnoliento, te arden los ojos o tienes dificultad para concentrarte, debes parar, dormir unos 20 minutos, tomar café o una bebida estimulante. Si persiste la fatiga, duerme cuanto necesites.
Asegura Aser que los fallos en los sistemas de alumbrado y señalización son los defectos más comunes por los que los vehículos son rechazados en la ITV.
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