Revisar el estado del vehículo es vital antes de emprender un viaje, especialmente tras el parón por el confinamiento. Entre los sistemas y componentes que deben comprobarse en el taller destacan los neumáticos, uno de los elementos de seguridad del coche. La Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos (Adine) ha insistido en la importancia de realizar esta inspección para detectar si existen fallos en las cubiertas.

Comprobar la presión de los neumáticos

La inactividad durante largas semanas sumada a las altas temperaturas pueden afectar a los neumáticos y provocar pérdidas de presión. Esta presión, ya sea insuficiente o excesiva, deriva en un desgaste y envejecimiento más rápido de estos elementos. Además, este hecho incluye en la falta de control del coche y el aumento de la distancia de frenado.

Inspeccionar la profundidad y el desgaste del dibujo

La profundidad no debe superar el límite legal establecido, de 1,6 milímetros, siendo recomendable su reemplazo cuando la profundidad es inferior a 3 milímetros.

Examinar visualmente para detectar deformaciones

Cortes, objetos clavados o cualquier otro signo de desgaste. Los profesionales del taller detectarán en un simple vistazo si el neumático sufre alguna anomalía.

Realizar un equilibrado y la alineación

Estos mantenimientos ayudan a mantener la trayectoria establece del vehículo y evitan que se produzcan vibraciones al volante.

Revisar la presión de la rueda de repuesto

En el caso de que el cliente disponga de ella, es necesario realizar una comprobación de su estado con la misma periodicidad que el resto de neumáticos.