Cómo es el funcionamiento del sistema Start-Stop
Desarrollado por Bosch en 2007, el sistema nació con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y ahorrar en costes y combustible.
La mayoría de coches que se venden actualmente incluyen ya el sistema de parada y arranque conocido como Start-Stop. Con toda seguridad, la mayoría de profesionales de la reparación habrán visto pasar por sus instalaciones algún vehículo que monta ya esta tecnología pero nunca está de más saber cómo surgió y cuál es su funcionamiento.
Desarrollado por Bosch en 2007, el sistema nació con el objetivo de reducir las emisiones de CO2, ahorrar en costes y combustible de forma automática y no modificar el comportamiento de la marcha del vehículo. Pero ¿cómo funciona exactamente?
Según explica Bosch, el sistema Start-Stop lo forman elementos de tamaño reducido que permiten su integración en la mayoría de los vehículos: una unidad de control del motor con opción de software Start-Stop, un convertidor de corriente continua de 12 voltios, una batería resistente a los ciclos (del tipo AGM —Absorbed Glass Mat— y EFB —Enhanced Flooded Battery—), un sensor de batería, un motor de arranque Start-Stop, un sensor de marcha neutral, un sensor de velocidad de ruedas, un sensor del cigüeñal y un alternador con recuperación de la energía de frenada.
El principio de funcionamiento de este mecanismo es tan sencillo como eficiente. “Cuando el vehículo se detiene, el motor de combustión se desconecta automáticamente. Para continuar la marcha basta con accionar el embrague o, en caso de vehículos con cambio automático, levantar el pie del pedal de freno para arrancar de nuevo el motor”, señalan desde Bosch.
Los arranques del motor con este sistema se efectúan de forma muy rápida y económica. Las mediciones, según el nuevo ciclo normalizado europeo (NEFZ), mostraron ahorro de consumo y reducción de emisiones de aproximadamente el 8%. En el tráfico urbano real, el ahorro puede suponer hasta el 15%.
“En combinación con un moderno motor Otto, en el arranque en caliente sólo se consume el combustible necesario para 0,7 segundos en régimen de ralentí. De esa forma, las paradas compensan desde el primer segundo, para el ser humano y para el medioambiente”, asegura la marca.
Bosch recomienda que el cambio de batería en vehículos con sistemas Start-Stop lo debe realizar un taller, “ya que únicamente el modelo de batería adecuada y el cambio y ajuste profesionales aseguran que el sistema funcione de un modo correcto y que se alcance el ahorro deseado de combustible y la reducción de CO₂”.
Además, en muchos coches, advierte el fabricante, durante el cambio de la batería, se necesita un comprobador de diagnóstico adecuado para la reprogramación de esta, así como para la programación de datos técnicos como capacidad y número de serie.
Para concluir, Bosch señala que a la hora de reponer este tipo de baterías hay que tener en cuenta que las AGM sólo deben sustituirse por las que sean de este tipo, mientras que las EFB pueden ser reemplazadas tanto por otra similar como por una AGM. Pero, en ningún caso, utilizar baterías convencionales de ácido y plomo.
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