Nueva generación de cojinetes de fricción Kolbenschmidt

En un contexto en el que los fabricantes europeos de automóviles buscan reducir la media de emisiones de CO2 de sus turismos a 95 g/km hasta 2020, en el área de tecnología de motores se trabaja para desarrollar soluciones encaminadas a ese objetivo. Es el caso, por ejemplo, de la función de arranque y parada o el funcionamiento sin motor.

La marca Kolbenschmidt de MS Motorservice cuenta con una nueva generación de cojinetes de fricción con revestimiento de polímero. Un producto compatible con esos objetivos de los fabricantes de automóviles europeos. Los primeros juegos completos de cojinetes de fricción también están disponibles ahora en Motorservice como piezas de repuestos.

Hasta ahora, las aleaciones de aluminio se usaban fundamentalmente como metal antifricción en cojinetes bimetálicos. El dorsal de acero únicamente se encarga de la función del asiento fijo en la carcasa. La aleación de aluminio sirve como metal antifricción y desempeña la función de contraparte de deslizamiento del eje, que tiene que cumplir las demás tareas del cojinete de fricción.

Los nuevos cojinetes de fricción disponen de un revestimiento de rodadura de polímero adicional. De esta forma, el metal antifricción y el revestimiento de polímero puedan tener diferentes tareas, ya que la capacidad de adaptación, la resistencia al desgaste y la simultánea capacidad de carga son requisitos sumamente contrarios.

Como metal antifricción se utiliza una aleación de aluminio con contenido en silicio desarrollada especialmente, que es resistente al desgaste y a las cargas elevadas. Sobre esta aleación de aluminio se aplica por rociado una capa de polímero mediante un proceso de pintado. Esta capa se compone de una resina de poliamida resistente a la temperatura y a la suciedad con una gran parte de materiales de relleno que reducen el desgaste y la fricción.

El resultado de la nueva combinación de metal y polímero es una capacidad de carga un 20% mayor que la de los cojinetes bimetálicos convencionales, una mayor resistencia al desgaste y una menor fricción.