Varios fabricantes de automóviles se alían para contabilizar conjuntamente sus emisiones y evitar sanciones de Europa
Por el momento, se han comunicado dos agrupaciones: la primera, con Tesla como gerente, junto a Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru, mientras que la segunda está liderada por Mercedes-Benz e incluye a Volvo, Polestar y Smart.
Varios fabricantes de automóviles, entre ellos, Stellantis, Toyota, Mercedes, Ford o Volvo, están creando alianzas para evitar ser sancionados con multas por exceder los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que contempla la legislación comunitaria.
La normativa europea, que exige al sector una reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, recoge la posibilidad de crear "agrupaciones de fabricantes" para contabilizarlas de forma conjunta y no por separado, lo que facilita el cumplimiento de las normas sobre todo si las alianzas incluyen fabricantes de coches eléctricos.
Por ahora, han sido comunicadas dos agrupaciones de fabricantes, según consta en un documento publicado este martes por la Comisión Europea y consultado por Efe. El primero de ellos está liderado por Tesla (calificado formalmente como fabricante "gerente" del grupo) y está formado también por Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru, mientras que el segundo está liderado por Mercedes-Benz y son parte de él Volvo, Polestar y Smart.
La ley justifica esta posibilidad de agrupación para que los fabricantes "dispongan de flexibilidad para cumplir sus objetivos" de reducción de emisiones, pero añade que los acuerdos deben ser "abiertos, transparentes y no discriminatorios". Estas alianzas de firmas cumplirán con los límites "siempre que las emisiones medias de la agrupación en su conjunto no superen el objetivo de emisiones específicas de la agrupación".
El reglamento comunitario reduce a partir de este año las emisiones permitidas para coches hasta los 93,6 gramos de CO2 por kilómetro y el límite pasará a 49,5 gramos de CO2 por kilómetro en 2030, cinco años antes del año en el que la UE se ha fijado de que toda la nueva flota de automóviles y furgonetas tenga cero emisiones.
Pero la normativa también prevé multas de hasta 95 euros por el exceso de emisiones de la flota de cada fabricante, lo que resultaría en sanciones millonarias que las firmas quieren ahora evitar a través de estas agrupaciones.
Estas reglas han provocado las críticas no sólo por parte del sector europeo de la automoción sino también de algunos de los Estados miembros con mayor peso en esta industria, como Italia, República Checa o Francia, que han pedido incluso no imponer las multas correspondientes a 2025.
La patronal europea del sector del automóvil, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), ha advertido de que la industria corre el riesgo de perder hasta 16.000 millones de euros en capacidad de inversión por estas exigencias.
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