Representantes de la Federación Catalana de Talleres (Fecatra) han mantenido recientemente una reunión con Jaume Baró, secretario de Empresa y Competitividad, que ha contado también con la presencia de Marta Angerri, directora general de Comercio, en la que han expuesto las problemáticas a las que se enfrenta el sector reparador y las necesidades que Fecatra considera que deben ser atendidas por la Administración de la Generalitat a la que ambos pertenecen.
La receptividad percibida ha sido la nota positiva de la reunión. Así, cabe destacar en primer lugar el compromiso a valorar la apertura de líneas de crédito mediante el ICF, que garanticen las inversiones de los talleres para hacer frente a las nuevas tecnologías. En segundo lugar, está la predisposición de su departamento por garantizar condiciones de igualdad competitiva de los talleres catalanes respecto a las obligaciones de garantía de los trabajos que realizan.
Según detalla Fecatra, estos han sido los asuntos principales que se han tratado son:
- La problemática originada por la derogación del Decreto Catalán de Talleres y la consiguiente pérdida de la figura del responsable técnico. A día de hoy, "nadie garantiza que las nuevas altas dispongan de conocimientos en materia de consumo, reformas, ITV y seguridad industrial como sucedía antes de la derogación de nuestro decreto", lamentan desde Fecatra.
- La interpretación de la Agencia Catalana del Consumo para establecer una garantía mínima de seis meses en las reparaciones, a diferencia comparativa de la regulación del resto del Estado dónde las garantías son de tres meses o 2.000 kilómetros.
- La soledad del taller ante las reclamaciones motivadas por faltas de conformidad del recambio empleado en la reparación, donde sus fabricantes y/o distribuidores son “invisibles” en los procedimientos administrativos y judiciales que depuran responsabilidades en favor de los consumidores.
- La dificultad del sector para acceder a la información técnica y la formación de los fabricantes de automóviles, así como la falta total de líneas de ayuda para la renovación de las máquinas y equipos de trabajo, que son "imprescindibles al estar sometidos a una galopante evolución tecnológica del automóvil".