Los propietarios afectados por el escándalo del dieselgate de Volkswagen deben recibir las mismas compensaciones a ambos lados del Atlántico.

Es lo que reclama la comisaria europea Elzbieta Bienkowska, tras conocer que la marca alemana pagará a cada usuario de EE. UU. hasta 7.000 dólares (algo más de 6.300 euros) para evitar una avalancha de demandas judiciales.

En total, la firma invertirá 10.000 millones de dólares (unos 9.000 millones de euros), que repartirá exclusivamente en el mercado estadounidense, donde, además, ha planteado un programa destinado a financiar proyectos medioambientales.

Esta medida, que por el momento el fabricante no tiene pensado aplicar en Europa, “no es manera de recuperar la confianza” de los usuarios, afirma Bienkowska, quien añade que “Volkswagen debería pagar a los propietarios europeos de forma voluntaria una compensación equiparable a la cantidad ofrecida en EE. UU.”.

Bienkowska lleva tiempo luchando por ello. De hecho, a comienzos de año escribió una carta dirigida al CEO de Volkswagen, Matthias Mueller, en la que le decía que “los consumidores de la Unión Europea deber recibir el mismo trato que los consumidores estadounidenses” y que esto “va más allá de las regulaciones y las cuestiones legales de cada país”.