¿Es compatible la movilidad sostenible con el mantenimiento de la industria?

La I Jornada Anual de Buenas Prácticas en Automoción, celebrada la semana pasada por la Asociación Española de Profesionales de la Automoción (Asepa) en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid (UPM), reunió a diversos representantes del mundo de la automoción. Desde empresas a Administraciones Públicas, pasando por patronales y sindicatos, que coincidieron en las vías para potenciar el sector en España en estos momentos de transición a nuevos sistemas de propulsión.

En primer lugar, intervino Óscar Fernández, director de la fábrica del Grupo PSA en Villaverde (Madrid). Fernández relató cómo una planta que parecía condenada al cierre se ha transformado completamente adaptándose a la estrategia marcada por el presidente mundial del grupo francés, Carlos Tavares. Esto ha permitido que se cuente con ella para la fabricación de un nuevo modelo sobre plataforma capaz de admitir motores de combustión interna y eléctricos.

La sesión de la mañana continuó con Orazio Corva, director de Madrid de Car2Go, que prevé un gran futuro para el carsharing, esperando que la facturación se multiplique por siete en un plazo de cinco años, utilizando básicamente vehículos eléctricos y autónomos. Como este fenómeno puede mermar las ventas de vehículos, los propios fabricantes están participando en el negocio.

El tercer ponente fue Juan Hurtado, fundador de la marca Hurtan, que desde hace 25 años fabrica de forma artesanal y sobre pedido coches especiales que recuerdan a los clásicos roadster ingleses. La reconocida firma Morgan ha probado sus coches y están a la espera de una posible colaboración entre ambos.

Finalmente intervinieron José María López, director del INSIA-UPM, y Alfonso García, director de los Servicios Técnicos de FCC, quienes explicaron el proyecto de camión Vemtesu. Se trata de un vehículo de recogida de basuras, propulsado por un motor eléctrico que se alimenta de baterías y que en el trayecto del recorrido de recogida hasta el vertedero, se recarga mediante un motor de combustión interna. Esto supone un recorrido silencioso por la ciudad, sin emisiones.

La jornada de Asepa continúo en la sesión de tarde, con una mesa redonda moderada por Sergio Piccione, subdirector de El Mundo, en la que intervinieron el director general de Industria y de la Pyme del Ministerio de Industria, Galo Gutiérrez; el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero; el director general de Sernauto, José Portilla, y representantes de los sindicatos mayoritarios. Por CCOO, Agustín Martín, secretario general de la Federación de Industria; por UGT, Jordi Carmona, secretario sectorial de la Industria Automovilística, y por USO, Pedro Ayllón, secretario general de la Federación de Industria Estatal.

Entre los participantes hubo coincidencia acerca de que un cambio radical del modelo de movilidad supone un peligro para la industria de la automoción y para el empleo. La electrificación de los vehículos es imparable -en el plazo de 10 años habrá un 15 % de coches eléctricos- y esto conlleva la necesidad de nuevas infraestructuras.

Todos los presentes reconocieron la preocupación de España y Europa por haber dejado el liderazgo de las baterías en manos de Japón, China y Corea. Para recuperarlo haría falta la creación de un lobby europeo y fuertes inversiones. Sobre este tema, el representante del Ministerio, Galo Gutiérrez, manifestó que el Gobierno promocionará la fabricación de baterías en España.

Gutiérrez también transmitió la preocupación del Ejecutivo por conseguir el equilibrio entre la movilidad sostenible y el mantenimiento de la actividad industrial en el sector. También anunció que el Gobierno estudia modificar los impuestos sobre los automóviles para incrementarlos en función de su nivel de emisiones.

Por su parte, Mario Armero transmitió la inquietud de los fabricantes por la criminalización del diésel, que supone una parte importante de la producción nacional.

José Portilla, de Sernauto, informó de que las empresas fabricantes de piezas y componentes están ya trabajando para los vehículos híbridos y eléctricos.

Entre los sindicatos, Agustín Martín alertó de que el actual tejido industrial español está penalizado con un 30% por el coste de la energía, más cara que los países de nuestro entorno. Por ello pidió un pacto político y social sobre el modelo industrial, independiente de quien gobierne. Jordi Carmona pidió una transmisión coherente hacia el modelo de movilidad sostenible, porque estima que en Europa pueden desaparecer 9 millones de puestos de trabajo. Y Pedro Ayllón recordó la debilidad y el peligro que supone para nuestra industria automovilística el que, salvo excepciones, no haya empresas netamente españolas y las decisiones se tomen en las casas matrices.