Un retraso de entre dos y tres meses. Este es el lapso de tiempo que temen los concesionarios que pueden tardar en recibir los pagos correspondientes al Plan PIVE 6 y al nuevo PIMA Aire 4. Así lo ha manifestado el presidente de la patronal Faconauto, Jaume Roura, en el Salón Ocasión de Barcelona.

Este retraso en los pagos supondría que los puntos de venta estarían financiando los planes de incentivos a la compra de vehículos nuevos.

¿Cuál es la razón de este temor? El hecho de que el Ministerio de Hacienda todavía no haya aprobado la partida de fondos extraordinaria que debería recibir el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) con el fin de pagar a los concesionarios las ayudas que ellos adelantan a los compradores.

Así, Roura estima que la demora en el pago podría alcanzar los dos o tres meses, “cuando el tiempo de espera normal es de una semana o quince días”. Esto supondría que los propios negocios tendrían que soportar el adelanto de estos importes con su propia tesorería.