Con la crisis los profesionales del transporte se las ingenian para reducir gastos en su actividad. Esta necesidad explica que el 62% de los conductores de vehículo industrial reconoce que autorrepara y realiza las operaciones de mantenimiento de sus vehículos pesados. Este preocupante dato se recoge en el estudio “La crisis y la seguridad vial en el transporte profesional”, elaborado por Fesvial y Scania.

El informe pone de relieve que la crisis ha modificado las conductas de los transportistas y las empresas de flotas para ahorrar. En relación con el mantenimiento, el 39% de los entrevistados retrasa el cambio de neumáticos, frenos y amortiguadores y el 34% alarga las revisiones recomendadas por los fabricantes. Además, siete de cada diez no repara los golpes o arañazos que no afectan a la conducción. El 88% de los usuarios encuestados afirma esperar más tiempo a cambiar su vehículo, el 69% optimiza las rutas, mientras que más del 30% asegura incorporar menos sistemas de seguridad adicional en la compra de nuevos vehículos.

En este sentido, casi el 70% de los conductores admite que ha cambiado algunos itinerarios para evitar las vías de peaje y el 22% ha incrementado sus horas al volante.

Todas estas prácticas pueden perjudicar la seguridad vial, incide el estudio, ya que implica alargar la vida de los vehículos, reducir los tiempos de descanso y aumentar el tráfico en carreteras convencionales, entre otros efectos.