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Los talleres son "héroes" que tienen que digitalizarse y pueden sacar más beneficio del renting del que piensan

La mesa redonda del VII Congreso de Talleres y Oficinas DP de Alicante ofreció consejos para los empresarios de la reparación asistentes: comunicación directa a través de whatsapp, horario intensivo, base de datos cualificada y retención del personal ante la falta de profesionales, entre otros.

Participantes de la mesa redonda en el marco del VII Congreso de Talleres y Oficinas DP.
Participantes de la mesa redonda en el marco del VII Congreso de Talleres y Oficinas DP.

Debatir desde todos los puntos de vista que afectan al taller fue el objetivo de la mesa redonda final celebrada en el VII Congreso de Talleres y Oficina DP de La Nucía (Alicante). En primera persona, con la figura de Antonio Llorens, del taller DP Llorens Automoción; pero también desde sus posibles proveedores como pueden ser los distribuidores Recambios Varona en España y Lerilis, en Portugal o desguaces, que también tienen talleres (Delfín Grupo); la visión del director general, Fernando Riesco, del grupo al que pertenecen, así como de la asociación nacional de recambistas, Ancera; y todo ello, con los datos aportados previamente por José Luis Gata, de Solera.

Estos fueron los ingredientes de las últimas intervenciones en la jornada de trabajo del sábado 9 de noviembre, en la que los consejos a los talleres presentes en la sala fueron la tónica dominante. Comenzando por Fernando Riesco, quien tras explicar que Dipart se creó a finales de 2008 “con la intención de hacer algo distinto a lo que había”, aseguró que ha intentado “liderar el mercado, no por volumen, sino intentando aportar cosas distintas al mercado, que nos hicieran diferente”. Un grupo en el que los talleres se pueden sentir plenamente respaldados, defendió, “trabajando unidos” y con las ventajas que aporta pertenecer a una red: acceso a información técnica, tecnología, digitalización… “que de otra manera no podrían mantener de forma independiente".

Antonio Llorens, gerente del taller DP Llorens Automoción, ofreció su visión sobre algunos cambios experimentados a raíz de la pandemia. Por ejemplo, el horario intensivo, que en su centro implanta en verano, pero del que asegura, “dependerá de la clientela” para su incorporación el resto del año, pese a que su apuesta es que acabará imponiéndose por el “mejor rendimiento personal de los trabajadores”.

 ¿Y el distribuidor de recambios? “Este se adaptará a las necesidades de los talleres”, defendió, como también el uso del Whatsapp para la comunicación con el cliente, implantado igualmente en su taller. Por varias razones, porque “la gente no quiere llamar”, dijo, pero también porque queda por escrito lo dicho al cliente y este no podrá rebatir, tiene más información, se le pueden mandar fotografías, el presupuesto por escrito, etc.

¿Positiva influencia del renting?

José Luis Gata, director de desarrollo de negocio de Solera, fue cuestionado por la influencia del renting en los talleres, menos de la que se piensa, aunque a futuro será mucho mayor. “Prácticamente el 90% de los vehículos todavía pertenecen a clientes particulares. Son aproximadamente 900.000 coches de 29 millones de turismos. Claro que tiene influencia porque, por volumen, exigen una serie de condiciones que son menos rentables que las del particular”, aseguró Gata, para quien “si hay más volumen en esta área, lógicamente va a impactar en la cuenta de resultados”.

Eso sí, todavía tardará en llegar, debido a que “todavía tenemos un parque bastante viejo y que lógicamente necesita reestructuraciones”, al igual que con la llegada del eléctrico habrá menos piezas y reparaciones en la parte delantera, que es donde ahora ocurren el 50 o el 60% de las reparaciones. Así que la conclusión para Gata es que ahora es mejor preocuparse del talento y de la formación, pero sobre todo de un mejor servicio a través de la digitalización para “conocer a tu cliente y anticiparte a sus necesidades”. “Si no hay más clientes y tiene donde elegir, para crecer se lo tienes que quitar a otro”, sentenció

Sobre el renting, Jesús Martínez García, CEO de Delfín Grupo, tiene una opinión distinta a lo que suele preconizarse. Desde el taller siempre se habla de la poca rentabilidad que dejan sus operaciones, pero para el directivo, el renting tiene ventajas. Y lo dice con conocimiento de causa de hacer unas 35.000 reparaciones al mundo del renting al año. El renting tiene “dos clientes” por así decirlo. El propietario del vehículo, que es una compañía, y el usuario, del que “detrás hay una familia y posiblemente como mínimo cinco coches más y con poder adquisitivo”. Por ello, defendió que “si somos capaces de ser buenos comerciantes, captaremos nuevos clientes que sean rentables”.

Otra ventaja radica en la poca antigüedad de sus vehículos. Desde ese punto de vista, las del renting "son reparaciones más cómodas, de importe menor, más pequeños, pero mucho más rápidos y más rentables. El vehículo antiguo por sí mismo, el vehículo de 10-15 años, nos genera problemas que a veces nos cuesta mucho trabajo solucionar”, esgrimió. Pero para salir adelante, es fundamental la digitalización. “El taller que no se digitalice tendrá trabajo, pero tendrá que trabajar doble hora para tener el mismo rendimiento”, explicó poniendo un ejemplo de talleres de grandes capitales, donde el metro cuadrado sale muy caro y que es posible que tengan que hacer doble jornada de trabajo para poder subsistir. Y ello también pasa por una mejor comunicación directa con el cliente y organización, en forma, por ejemplo, de una base de datos cualificada, algo que pocos talleres tienes. “El taller tiene un gran futuro, pero nos lo tenemos que creer. Si no nos modernizamos, estamos fuera del contexto”, concluyó su intervención.

El punto de vista de los recambistas

Carlos Martín, secretario general de Ancera, fue el siguiente en intervenir para explicar que los retos a los que se enfrentan los distribuidores y talleres son muy parecidos. “El taller al final es una empresa multimarca, con lo que eso ya conlleva a la hora de reparar. Tiene que cumplir normativa de industria, de consumo, residuos, prevención de riesgos, tiene que ser empresario, saber de digitalización... en empresas de tres trabajadores de media, es imposible hacerlo. Son héroes”, aseguró.

Por ello, defendió la labora de una asociación como Ancera, que, pese a que no trabaje directamente por los talleres, sí que al final estos se benefician en último término de sus iniciativas, como con la Euro 7, normativa, conectividad o en la falta de profesionales que “afecta a todo lo que tradicionalmente llamábamos oficios”. En este sentido, enumeró iniciativas como acuerdos para traer trabajadores extranjeros, agilización de burocracia, atraer a jóvenes, creación de una bolsa de empleo, acuerdos con entidades, estudios… pero sobre todo, el consejo que daría Martín al taller es “que al profesional que tengas y sea bueno, lo mantengas, sea como sea”, con plan de carrera, incentivos, seguro médico, un plan de jubilación… “lo que se te ocurra, pero que le fidelices y se quede”, porque  “encontrar a alguien nuevo te va a costar un 30 o 40% más caro”. 

Por último, Luis Varona, gerente de Recambios Varona, y Saulo Saco, su homólogo en Lerilis, socio portugués de Dipart, ofrecieron su visión de la trazabilidad de los recambios o la falta de profesionales en el sector, no solo en talleres, sino también en recambistas, debido en parte a la formación obsoleta existente, materializado en, por ejemplo, un plan de formación en Andalucía que data de 1996. “Los institutos no tienen medios, lo que aprenden está obsoleto, y además no se coordinan esos planes con las empresas”, explicó Varona. Una idea a la que se sumó Saulo Saco para el mercado luso de automoción, sino en muchos otros sectores, en los que no hay profesionales cualificados para determinadas funciones.

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