Desmantelado un taller ilegal en Burgos que tuneaba coches de alta gama para su venta
Los vehículos se compraban en el mercado europeo de ocasión y pasaban por 'chapa y pintura' para proceder a su venta. En el momento de la inspección, se encontraron 23 coches de alta gama en las instalaciones.
La Guardia Civil ha localizado en un polígono de Burgos un taller clandestino donde se tuneaban vehículos de importación que luego eran vendidos, en una operación saldada con once-actas denuncia al detectar importantes irregularidades en dicho negocio ya que la actividad carecía de los permisos y autorizaciones necesarias, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Durante el último mes de julio, la Comandancia de Burgos recibió numerosas quejas, en relación al aspecto que presentaba un polígono industrial cercano a la capital, donde se acumulaban neumáticos y piezas de vehículos, restos aparentemente abandonados sin control por su entorno.
Se verificó la información y se abrió una investigación para localizar al autor o autores de los vertidos, bajo sospecha de la presencia de un taller ilegal enclavado en el amplio entramado industrial del polígono que además estaría gestionando sus residuos de manera incorrecta.
Se localizó una nave, aparentemente enmascarada bajo el rótulo de la empresa que años atrás ejerció allí su actividad laboral, sin relación con el sector automovilístico, comprobándose un inusual trasiego de vehículos.
UNA VEINTENA DE TURISMOS DE ALTA GAMA
En presencia de los responsables se inspeccionó el interior, donde se encontraban 23 turismos de alta gama. El local se hallaba acondicionado como taller y en él se halló instrumentación, herramienta y elevadores profesionales, que permitían acometer labores de mantenimiento, reparación y tuneado de los mismos, con el fin de dotarles de un aspecto más deportivo.
Se comprobó la presencia de residuos tóxicos y peligrosos, acumulados y almacenados incorrectamente y sin control por el suelo, como aceite residual del motor, lubricantes y envases contaminados, piezas usadas, neumáticos y baterías, aunque también piezas y componentes nuevos de sustitución.
Tras dos años de 'rodaje', los responsables carecían de las autorizaciones y licencias necesarias para la apertura del negocio, formalizar la actividad y acometer la legal y debida gestión de los residuos ocasionados, restos que además, se presume, abandonaban o depositaban en lugares no habilitados para ello como lo son el polígono y los puntos limpios.
Los vehículos eran adquiridos en el mercado europeo de ocasión y transportados hasta Burgos, siendo su destino final la venta al público -con un aspecto renovado-, actividad esta última para la que sí estaban autorizados.
Personal del Seprona del Destacamento Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, que han llevado a cabo conjuntamente la investigación, han levantado once actas-denuncia, remitidas a la Junta de Castilla y León, al Servicio Territorial de Industria y a la Delegación de Hacienda.
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