Los sistemas de asistencia ADAS podrían reducir los siniestros en un 25%
El frenado autónomo de emergencia y los asistentes de aparcamiento encabezarán esta mejora de la seguridad.
Las reparaciones derivadas de compañías de seguros son una de las principales fuentes de negocio -también de las más problemáticas- de los talleres. Un generador de negocio que puede ir perdiendo presencia en los próximos años si la expansión de los sistemas de asistencia a la conducción (conocidos como ADAS) conduce a una reducción del número de siniestros, como prevé la Asociación de Compañías Aseguradoras de Alemania GDV.
El estudio de la GDV, recogido por Carglass, señala que las reclamaciones a los seguros por siniestros de automóvil se reducirán un 25% en 2035 gracias a los sistemas ADAS. La secuencia es lógica: los automóviles modernos equipan cada vez más sistemas de asistencia a la conducción, que incrementan notablemente la seguridad activa, lo que a su vez reduce los accidentes.
Naturalmente, esta disminución de los accidentes será progresiva, pues depende de la popularización de los ADAS en los vehículos y del conocimiento que los usuarios vayan teniendo sobre ellos. Se estima que en el año 2021 se reducirán en un 5%, y antes de la llegada del 2025 ya se alcanzara un porcentaje de reducción del 10%. En el año 2028 se alcanzará el 15%, y en 2031 las reclamaciones se habrán reducido en un 20%.
La mayor parte de esta reducción de la siniestralidad se deberá a dos de las ayudas englobadas en los sistemas ADAS: el frenado autónomo de emergencia (un 40%) y los asistentes de aparcamiento (otro 40%).
El frenado autónomo de emergencia aplica la frenada sobre un vehículo, hasta detenerlo si fuera necesario, cuando el sistema detecta que va a colisionar por alcance con el vehículo que le precede. Gracias a que cada vez más coches equipan este sistema, y a su probada eficacia, se evitará un gran número de colisiones por alcance. Con ello, se reducirá el número de víctimas y de heridos por latigazo cervical.
En cuanto a los asistentes de aparcamiento, no aportan más seguridad pero sí reducen significativamente los toques con otros vehículos en las maniobras de estacionamiento, responsables de numerosos daños en paragolpes y reparaciones de pintura.
El tercer sistema que más siniestros evitará son los asistentes de cambio y mantenimiento de carril, con un 10% del total en el año 2035. Gracias a ellos, se evitarán muchas colisiones en vías rápidas por maniobras de cambio de carril son señalizar. El 10% restante se reparte entre el control de crucero activo y el reconocimiento de peatones.
La gran mayoría de las cámaras de los sistemas ADAS están montadas en el parabrisas. Por ello, cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo. Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar que funcionan con la máxima precisión y proporcionan la información correcta a los sistemas de seguridad. Una tarea especializada que puede ser una buena alternativa para los talleres de cara a adaptarse al nuevo panorama. Un nuevo panorama derivado de la mayor seguridad vial que aportan estos sistemas y que redundaría en una menor dependencia de los talleres respecto a las aseguradoras.
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