Así es el proceso completo de reciclaje de un vehículo tras el final de su vida útil
Sigrauto ha participado en un reportaje de Seguridad Vial (RTVE), en el que señala que los vehículos pueden recuperarse de varias formas y la principal es la reutilización, luego el reciclaje y por último el aprovechamiento energético.
Manuel Kindelan, director general de la Asociación Española para el tratamiento medioambiental de los vehículos fuera de uso (Sigrauto), ha señalado la importancia de reutilizar y reciclar los vehículos. “El automóvil es un ejemplo perfecto de economía circular. Los vehículos se pueden reparar, pero cuando llega el final de su vida útil, se va a recuperar el 95% en peso de todos sus materiales”, recuerda Kindelñan.
En el programa Seguridad Vital, de RTVE, Kindelan ha explicado que los vehículos pueden recuperarse de varias formas y la principal es la reutilización, luego el reciclaje y por último el aprovechamiento energético, antes de la última opción que sería el vertedero.
También ha aparecido en el programa Rafael Pardo, director general de la Asociación española del Desguace, quien ha explicado la relevancia de los centros autorizados de tratamiento (CAT), aquellos lugares a los que los usuarios que deseen desprenderse de su vehículo deben llevarlo. En España, estos centros reciben al año más de 700.00 furgonetas y automóviles.
DESGUACE
“No sólo deben llevarlo a los CAT por obligación legal sino también porque son los únicos sitios dónde se garantiza que se van a tratar medioambientalmente de forma correcta”, ha indicado Pardo.
EL CAT da de baja el vehículo que llega y procede a su descontaminación, es decir, retirar del vehículo todos los elementos que puedan dañar al medioambiente. Tras esto, se procede al despiece de forma adecuada para que puedan ser utilizadas nuevamente y, por último, se compacta el vehículo para facilitar su transporte.
Alicia García-Franco, directora general de la federación española de recuperación y reciclaje ha concluido diciendo que cuando los vehículos compactados llegan a las instalaciones de fragmentación, son fragmentados hasta llegar al tamaño de una mano y a partir de ahí se llevan a unas instalaciones de fundición para obtener aceros y hacer, por ejemplo, electrodomésticos. “Lo que sobra, la mezcla de gomas y espumas, se lleva a valoración energética, para que puedan producir energía”, ha señalado García-Franco.
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