Enrique Fontán (Cetraa): "El sector sigue arrastrando ciertos estigmas del pasado que provocan la preocupante falta de relevo generacional"
El presidente de la patronal pasa revista al sector en una entrevista en La Vanguardia: del papel de las Administraciones a la sostenibilidad pasando por la revisión de las Formaciones Profesionales y el creciente papel de la mujer en los talleres.
"La falta de relevo generacional es, sin duda, una de las principales preocupaciones del sector", al habla Enrique Fontán. El presidente de la patronal Cetraa charla en una entrevista al diario La Vanguardia sobre la carestía de profesionales, de personal cualificado, que viene acuciando en los últimos tiempos al sector. Un problema que, en su opinión, "se debe en muchas ocasiones a ciertos estigmas que se siguen arrastrando, aunque ya no reflejen la realidad de nuestra industria", lamenta.
"Aún existe la percepción de que trabajar en un taller de reparación implica estar sucio todo el día, cuando, en realidad, la tendencia es que los talleres modernos cada vez se asemejen más a laboratorios por su nivel de limpieza, orden y tecnología, asimismo, muchos creen que se trata de trabajos que requieren una gran fuerza física o son exclusivamente manuales, pero hoy en día el trabajo en un taller está profundamente vinculado a los avances tecnológicos", desmitifica añadiendo que, sobre todo, "se necesitan conocimientos en informática y manejo de dispositivos electrónicos, ya que gran parte de los trabajos actuales implican diagnósticos electrónicos y el uso de tecnologías complejas".
Fontán, por ello, quiere desterrar los prejuicios que pudieran existir entre las generaciones más jóvenes: "Queremos que entiendan que trabajar en un taller hoy en día no es solo una profesión estable, sino también una oportunidad de futuro con gran potencial de crecimiento y desarrollo personal".
Por este motivo, aunque varias de sus asociaciones "colaboran desde hace años con agencias especializadas en la búsqueda de talento extranjero", considera "firmemente que la clave está en atraer a los jóvenes al sector". En lugar de "depender únicamente de la mano de obra extranjera, debemos mostrar a los jóvenes en edad de elegir una carrera el atractivo de este sector: es una industria sin desempleo, bien remunerada, tecnológicamente avanzada y donde no hay discriminación salarial", resalta Fontán.
En idéntica línea sitúa su discurso a la hora de hablar de la paulatina incorporación de las mujeres al sector de la reparación. "Está en aumento, pese a que sigue siendo un número reducido, desde Cetraa nos esforzamos por visibilizar esta industria como una opción laboral atractiva para el público femenino, sabemos que los talleres están completamente preparados para recibir más trabajadoras, pero también es crucial que ellas vean el potencial de este campo y lo consideren como una opción profesional viable y rentable", comenta ponderando "las campañas de difusión orientadas a mostrar el valor del trabajo en los talleres", que ha hecho, "que más mujeres se interesen y se incorporen".
Modernizando la formación
Por otro lado, durante la entrevista, Fontán también quiso poner el foco en la importancia de que los contenidos que se enseñan para pulir a los nuevos profesionales del taller sean los adecuados y, por tanto, equiparados al contexto actual de la posventa. "El contenido de la Formación Profesional también necesita adaptarse a esta nueva realidad, en Cetraa llevamos tiempo trabajando para modernizar la formación que reciben los futuros profesionales", reivindica.
En este sentido, Fontán desveló que "hace pocos meses se mantuvieron reuniones con representantes del ministerio de Educación". "Ofrecimos nuestra colaboración para actuar como intermediarios entre los centros de formación y las empresas del sector de la automoción, esta colaboración busca gestionar de manera eficiente las estancias prácticas de los estudiantes, contribuyendo a mejorar la formación y fortalecer el vínculo entre la educación y el mundo laboral", detalla.
Además, hemos "propuesto impartir formación a los profesores en el uso de nuevas herramientas y tecnologías emergentes como Sermi, Pass Thru, Adas y vehículos autónomos, para que estén preparados para los desafíos del taller moderno", avanza Fontán.
El papel de las Administraciones
Fontán, en las páginas de La Vanguardia, también quiso lanzar un mensaje a las Administraciones, ya que considera que "pueden hacer mucho para ayudar a mejorar esta situación". "Es fundamental que se ofrezca una Formación Profesional con un enfoque práctico mucho más fuerte, de modo que los estudiantes salgan realmente preparados para el mercado laboral".
"Desde que desapareció la figura del aprendiz, que solía formar a jóvenes interesados en el sector, la situación ha empeorado notablemente, antes, los aprendices comenzaban desde abajo y podían progresar hasta convertirse en jefes de taller o de sección, hoy, en cambio, muchos de los nuevos trabajadores llegan con escasa motivación y una formación limitada, esto supone un gran coste para los talleres, ya que, entre las tablas salariales y la seguridad social, las diferencias entre un trabajador recién incorporado y un oficial son mínimas", lamenta al tiempo que recuerda que el proceso de formación requiere "tiempo".
"A menudo, se requiere un año o dos para que un nuevo trabajador alcance un nivel aceptable de competencia, todos estos factores provocan que a las empresas no les suela compensar la incorporación de alguien recién salido de la Formación Profesional", afirma con cierto desengaño.
Asimismo, "sobre las condiciones de los trabajadores y la rentabilidad de los talleres, es importante señalar que el convenio que rige en nuestro sector es robusto y garantiza condiciones laborales favorables, siempre hay margen para mejorar, pero debemos tener en cuenta que la escasez de profesionales cualificados ha generado una espiral artificial y muy peligrosa de búsqueda de talento, con una intensa competencia entre talleres por atraer profesionales cualificados". "Esa falta de profesionales cualificados en los talleres de reparación de vehículos tiene consecuencias directas sobre el consumidor, especialmente en un momento en que el parque automotor envejece y las demandas de reparaciones aumentan", por lo que si esta situación continúa empeorando, "los consumidores podrían enfrentarse a varios problemas".
Sin mano de obra cualificada... incrementos en los precios de las reparaciones
"En primer lugar, la capacidad de los talleres para prestar un servicio eficiente y con garantías puede llegar a verse comprometida. Además, al haber menos profesionales disponibles, es probable que se produzcan importantes demoras en la prestación de los servicios, alargando los tiempos de espera para las reparaciones. Esto afectará negativamente la movilidad de los consumidores, quienes podrían quedarse sin sus vehículos durante más tiempo del esperado. Por otra parte, la falta de personal podría generar un incremento en los precios de los servicios, ya que la alta demanda frente a una oferta limitada de profesionales incrementaría los costos de mano de obra. Todo esto podría llevar a una insatisfacción generalizada entre los usuarios y un deterioro de la confianza en el sector", enumera Fontán en el diario catalán.
Por todo ello, el sector de los talleres de reparación de automóviles enfrenta múltiples retos importantes. Por un lado, está la "necesidad urgente de adaptarse a la digitalización y a las nuevas tecnologías que acompañan la evolución de los vehículos, los coches eléctricos, híbridos y con nuevas formas de combustible exigen que los talleres estén equipados con herramientas y conocimientos específicos para su mantenimiento y reparación, además, la constante innovación en los sistemas de asistencia al conductor (ADAS) y la creciente implementación de tecnología autónoma suponen una curva de aprendizaje significativa para los profesionales del sector", describe.
"Otro reto crítico es la pérdida de rentabilidad en los talleres: la subida de los costes de la mano de obra y el aumento de los precios de los recambios han reducido los márgenes de beneficio, esto, combinado con las presiones económicas derivadas de la inflación y la necesidad de actualizar equipos, pone a los talleres en una situación difícil", reseña el presidente de Cetraa sin querer olvidarse de las aseguradoras.
"Uno de los problemas más acuciantes es la relación con las aseguradoras, porque, estas compañías, en muchos casos, fijan los precios de la mano de obra sin respetar los costes establecidos por los talleres. Además, practican el 'redireccionamiento' de los asegurados hacia talleres designados por ellas, lo que supone un ataque a la libre competencia y limitan la capacidad de los talleres para operar de manera rentable y justa", concluye Enrique Fontán.
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