Rechazado uno de cada cinco ERTES de los talleres

Los talleres de reparación se han convertido en un servicio esencial durante el estado de alarma. Sin embargo, la actividad y la facturación de estos negocios ha caído en más del 90%, por lo que son muchos los propietarios que, ante la falta de clientes, han tenido que solicitar un ERTE para minimizar el impacto de esta crisis y poder asegurar la supervivencia y empleo de sus trabajadores de cara al futuro.

Sin embargo, la respuesta no está siendo la esperada. Según apunta Economía Digital, uno de cada cinco ERTE por fuerza mayor presentado por los talleres estaría siendo rechazo por las autoridades laborales. Se trata de un dato que aporta la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), que a pesar de no contar con datos por volumen de expedientes concretos, estima que el 75% de los talleres ha presentado un ERTE. De ese porcentaje, más de la mitad no ha recibido aún respuesta y el 22% ha sido denegado.

Ganvam aclara que que no puede interpretarse el silencio administrativo como una respuesta positiva para los talleres, ya que en comunidades autónomas como Asturias, Aragón y Comunidad Valenciana, se ha prorrogado el plazo de resolución de estos expedientes. Por lo que los talleres de reparación siguen pendientes de una respuesta que se hace esperar.

Solicitudes masivas, procesos que se alargan, falta de información y mucha incertidumbre. Hace unos días, Infotaller ya avanzaba que los ERTE se estaban aceptando con cuentagotas, ante la avalancha de empresas que habrían presentado la documentación. Las asociaciones de talleres, por su parte, han coincidido en la necesidad de exigir la automatización de los ERTE como medida de garantía para los negocios del sector.

¿Por qué se están rechazando los ERTE a los talleres qué prácticamente han reducido a mínimos, o incluso a cero, la actividad y los ingresos? Núria Álvarez, directora de Comunicación de Conepa, apuntaba a este respecto, a la necesidad de documentar bien toda la información aportada. "Los talleres deben definir el contexto del estado de su negocio, contexto de la cifra de negocio, los problemas dentro de la empresa, si el trabajador está enfermo, si los empleados no quieren trabajar por miedo al contagio, si el taller está experimentando problemas con el suministro, etc. La importancia reside en explicarlo muy bien todo, argumentarlo y aportar datos muy concretos y definitorios sobre la situación antes y después", explicaba.