El etiquetado del neumático en 5 claves
Norauto ofrece cinco consejos para que el cliente pueda decidir cuál es el neumático que mejor se adapta sus necesidades.
El etiquetado de un neumático aporta información sobre si ayuda a consumir menos, si frena bien en mojado o si hace especialmente ruido sobre el asfalto.
Con el fin de que el cliente cuente con recursos propios para decidir cuál es la cubierta que mejor se adapta sus necesidades, Norauto ofrece cinco consejos para entender su etiquetado.
1-. Todos los neumáticos deben contar con el etiquetado pegado y a la vista. Todo cliente está en su derecho de poder ver la etiqueta de los neumáticos que se le van a montar y que ha adquirido.
2-. El etiquetado ofrece información sobre tres factores fundamentales. El cliente debe hacer un balance entre estos tres puntos para elegir el neumático que mejor se adapte a sus necesidades.
3-. Resistencia a la rodadura. Es uno de los tres factores de los que informa el etiquetado. Mide el ahorro de combustible. Se divide en una escala de colores y de la letra A a la G. La letra A (verde) significa que tiene la calificación máxima en ahorro de combustible, mientras que la G (rojo) indica que cuenta con la calificación mínima. La calificación D no se utiliza en los turismos.
Norauto incide en que un neumático de tipo G consume hasta el 7,5% más que uno de tipo A.
4-. Adherencia al frenar sobre superficie mojada. Mide la capacidad del neumático para adherirse a una carretera con agua. Cuanta más adherencia tenga, antes se detendrá el vehículo en carreteras húmedas cuando se pisa a fondo el pedal del freno. El etiquetado muestra el rendimiento de frenado del neumático en suelo mojado con una escala que va de la letra A a la F, siendo la letra A la calificación máxima, y la F, la mínima. Las calificaciones D y G no se utilizan en los turismos.
Norauto recuerda que un neumático con etiqueta A puede llegar a frenar en suelo mojado hasta 18 metros antes que uno de tipo F a una velocidad de 80 km/h.
5-. El ruido de rodamiento exterior. Hay que tener en cuenta que el ruido de rodamiento proviene en parte de los neumáticos. Al elegir un neumático con buena clasificación de ruido, se reduce el impacto medioambiental de la conducción. El etiquetado debe mostrar los decibelios que emite el ruido externo del neumático. Cuanto mayor es el número de decibelios, mayor es el ruido que genera.
Además, una onda nos muestra el grado de ruido. Si solo hay una onda negra, quiere decir que es silencioso (3 decibelios menos que el límite europeo o incluso menor). Si, por el contrario, tiene dos ondas negras, el ruido es moderado (3 decibelios menos o igual al límite europeo). Si tiene tres ondas negras, es un neumático ruidoso, ya que supera el límite europeo.
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