Norauto afirma que el estrés también puede afectar al coche
Reparación
Dar más frenazos y acelerones, o una conducción más brusca puede llevar a que neumáticos y frenos se deterioren más.
El estrés es uno de los grandes problemas que afecta actualmente a la población. Y muchas personas trasladan sus síntomas a la conducción, convirtiéndose estas en más agresiva e inquieta.
Pero, ¿cómo afecta esto al vehículo? La cadena de mantenimiento Norauto ha identificado seis comportamientos en la conducción bajo estrés que pueden provocar daños en el coche.
Así, en primer lugar, destaca que el estrés hace que se corra más de lo aconsejado y se exceda la velocidad. Esto hace que al circular por ciudad se realicen más frenazos y acelerones, y los neumáticos y frenos se deterioren por una conducción agresiva.
Como consecuencia de la velocidad, se reduce la distancia de seguridad y, por tanto, se frena más de la cuenta y con mayor brusquedad.
Asimismo, el conductor está menos alerta ante los imprevistos y las posibilidades de sufrir un accidente aumentan considerablemente, señala la firma.
Al realizar una conducción más agresiva, indican desde Norauto, en el caso de los coches con palanca de marchas, el conductor tiende a forzar este cambio o a realizarlo demasiado tarde, revolucionando el motor del vehículo, por lo que tanto este como la transmisión y el sistema de frenos se deterioran mucho más rápido.
Otro de los comportamientos frecuentes de conductores estresados es incumplir más las normas de tráfico (no se ponen los intermitentes, no se cede el paso o se olvidan ponerse el cinturón de seguridad o colocar bien los espejos retrovisores), con lo que aumentan la probabilidad de colisión.
Por último, la enseña subraya que al realizar una conducción más brusca, el consumo del coche también es mayor.
Teniendo en cuenta todo ello, desde Norauto recomiendan a los usuarios mantener una conducción inteligente que garantice la seguridad del conductor, los pasajeros y el vehículo.
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