Cómo reemplazar el taqué hidráulico: consejos para su sustitución
Ajusa ha señalado que este tipo de componentes del motor no puede repararse, por lo que en caso de fallo, debe cambiarse por uno nuevo.
El taqué hidráulico es un componente del motor que no puede repararse, por lo que ante cualquier tipo de fallo, es necesario reemplazarlo por uno nuevo. El sistema de distribución del motor puede contar con taqués de tipo mecánico (ajuste por discos) o de tipo hidráulico (autorregulados con la presión del aceite), cuya labor es la de ajustar la holgura existente entre el sistema de levas o balancín y la cabeza de las válvulas.
Ajusa, que cuenta con una amplía línea de productos de alta precisión en su catálogo, ha señalado como ventajas del taqué hidráulico sobre el mecánico que no requiere de mantenimiento, posee un menor nivel de ruido y se autorregula compensando tolerancias, desgastes, dilataciones y contracciones desde el arranque en frío.
Antes de comenzar a montar este elemento, es aconsejable comprobar que la parte donde se alojará se encuentra limpia para un ajuste precioso, asegurando además la estanqueidad y la presión de aceite en el circuito. También es esencial que los taqués estén bien lubricados.
Los especialistas han señalado que es frecuente que estos componentes nuevos produzcan ruido mientras se cargan de aceite, por lo que se recomienda mantener el motor en marcha hasta que se elimine dicho sonido.
Síntomas de avería
Los principales síntomas que indican que los taqués del vehículo deben ser reemplazos son la pérdida de potencia en el motor, el aumento del desgaste del árbol de levas o desgaste lateral de levas, el motor descompensado, el aumento del consumo de carburante, así como el incremento de ruido y de contaminación.
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