Cómo purgar el sistema de embrague de un vehículo
La purga de este dispositivo debe hacerse tras cada sustitución del líquido de frenos, es decir, cada 30.000 o 40.000 km, o cada dos años.
El embrague permite transmitir la potencia entre el motor y el sistema de transmisión, y producir una transición progresiva en el cambio de marcha para proteger la caja de cambios y el motor.
Todos los tipos de embragues (de fricción, hidráulico y electromagnético), debido a su continuo uso y a los esfuerzos a los que se ven sometidos, según explica Loctite en un post que publica en su blog, deben pasar por un mantenimiento preventivo adecuado con el fin de evitar un desgaste prematuro, para lo cual hay que purgar el embrague cada cierto tiempo, sobre todo en los sistemas hidráulicos.
En estos, el líquido de frenos transcurre por un circuito cerrado y si hay aire en su interior, puede provocar problemas de funcionamiento y averías en otras partes relacionadas. Algunos síntomas que indican que es necesario purgar este dispositivo son: cambio en el recorrido del pedal, dificultad para desacoplar el embrague o sensación de imprecisión en el tacto del pedal.
Además, el artículo recuerda que la purga del embrague es fundamental tras cada sustitución del líquido de frenos, que suele realizarse cada 30.000 o 40.000 km, o bien cada dos años.
El embrague se puede purgar de forma manual o mediante un equipo especial. Para el primero, hay que comprobar el nivel del líquido de frenos, pisar el pedal del embrague hasta el final de su recorrido, quitar la caperuza guardapolvo y acoplar el tubo flexible de un depósito colector para líquido de frenos a la válvula de purga.
A continuación, explican los expertos de Loctite, se abre dicha válvula y se mantiene el pedal de embrague apretado. Después se cierra la válvula y se suelta lentamente el pedal. Este proceso hay que repetirlo hasta que al abrir el purgador no se aprecie la expulsión de aire.
Es necesario tener en cuenta que según la cantidad de líquido que se expulse, se debe ir rellenando el depósito de líquido de frenos. Finalmente, se atornilla la válvula con el par de apriete, se monta la caperuza guardapolvo y se verifica el accionamiento del embrague y la estanqueidad del sistema.
Por otro lado, para purgar el embrague con un equipo especializado hay que desenroscar la tapa del depósito del sistema de líquido de frenos, acoplar el equipo de purga al depósito y conectarlo. Después se retira la caperuza guardapolvo y se acopla el tubo flexible de un depósito colector apropiado para líquido de frenos a la válvula de purga.
Tras ello, se abre y cierra la válvula hasta que el líquido de frenos salga sin burbujas e impurezas. Seguidamente, se atornilla la válvula de purga con el par de apriete, se monta la caperuza guardapolvo, se desconecta y desacopla el aparato para cambio del líquido de frenos y se comprueba el nivel del líquido de frenos, así como el accionamiento del embrague y la estanqueidad del sistema.
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