El líquido refrigerante: su importancia y claves para que sea de calidad
Aser explica que existen tres tipos según su tecnología de anticorrosión: inorgánicas, orgánicas (Oat) y semiorgánicas (Si-Oat).
El mantenimiento de los sistemas de climatización de un vehículo es muy importante, pero también lo es asegurar el de refrigeración. Abril comparte campaña dentro de "Las 12 causas Aser – Por tu seguridad y el Medio Ambiente" para concienciar a los talleres sobre la importancia de mantener a punto los diversos elementos del vehículo.
¿Por qué es importante el anticongelante, también conocido como líquido de refrigeración, para la seguridad de la conducción? Este líquido tiene dos funcionales vitales, ya que por un lado, ayuda a evitar que el motor se sobrecaliente, y por otro también previene que los elementos se corroan por falta de engrase, tales como la bomba de motor.
Sin embargo, es importante tener claro que este líquido no solo funciona cuando hay altas temperaturas, y que en verano no es necesario su mantenimiento, ya que es capaz de controlar la temperatura del motor en todas las condiciones climáticas.
Un líquido de refrigeración de calidad debe contener, según asegura Aser, etilenglicol con agua desmineralizada y desionizada, aditivos inhibidores de corrosión, anti-espumantes y colorantes para detección de fugas, por lo que no sería adecuado emplear solo agua o "anticongelantes simples" ya que no ofrecen la suficiente protección al motor, cumpliendo con sus funcione de anticorrosión, antiespumante, engrase, etc.
Cuando se habla de un líquido de refrigeración también se hace referencia al líquido al 30%, al 50% o al 10% de concentración, por ejemplo. Este porcentaje se refiere a la cantidad etilenglicol que contiene e indica su nivel de protección a la congelación, su punto de ebullición a presión atmosférica y su calor específico. En vehículos modernos hay que tener un especial cuidado, ya que incluyen en sus componentes aleaciones de aluminio que pueden corroerse fácilmente.
En el mercado, pueden encontrarse tres tipos de líquido según su tecnología de anticorrosión: inorgánicas, orgánicas (Oat) y semiorgánicas (Si-Oat). Es importante que los profesionales recuerden que los aditivos de estos líquidos se van degradando con el paso del tiempo, por lo que es importante su sustitución cada 2 años o 40.000 km en el caso de refrigerantes inorgánicos, y cada 5 años o 100.000 km para los orgánicos y semiorgánicas. No hacerlo puede provocar la oxidación interna del radiador, camisas, líneas de refrigeración de la culata, e incluso la rotura de alguno de los componentes del circuito.
Para elegir el líquido refrigerante, además de hacerlo según la tecnología, es importante tener en cuenta el porcentaje de monoetelinglicol presente en el mismo, en un valor del 10% al 50% se mezcla con el líquido y aporta la capacidad anticongelante, aumentando la temperatura de ebullición. La cantidad de monoetelinglicol recomendada por los fabricantes es entre el 40-50%.
Aser recuerda que mantener la temperatura de funcionamiento del motor es vital, ya que además de que permite controlar las emisiones contaminantes en su límite, ante motores cada vez más pequeños y con mayores potencias, la necesidad de los mismos de refrigeración resulta esencial.
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