Cómo optimizar las operaciones en el sistema de refrigeración
Al cambiar el radiador, por ejemplo, es necesaria una limpieza del circuito, especialmente si se detectan residuos sólidos.
Una de las operaciones habituales en el taller son las relacionadas con el mantenimiento y sustitución de elementos del sistema de refrigeración. Para realizar las más comunes de forma eficiente, Valeo ha dedicado su último 'Boletín.técnico' a estas operaciones en el que detalla todo lo que hay que tener en cuenta.
En lo que se refiere a la limpieza del circuito de refrigeración, la marca señala que al sustituir el radiador de refrigeración "es necesario una limpieza del circuito de refrigeración, especialmente si se detectan residuos sólidos en el vaso de expansión, en las tomas de entrada o salida del radiador en el agujero de desagüe de la bomba de agua".
En este sentido, Valeo advierte de que "si no se realiza una limpieza correcta del circuito y se usa un líquido refrigerante no adecuado y los residuos permanecen en el circuito, estos producirán fugas de la bomba de agua, en el radiador de refrigeración y corrosión, "así como obstrucciones que determinarán el bajo rendimiento del circuito".
Por otro lado, el boletín recuerda que es obligatorio, en cada intervención, "sustituir el circuito del líquido de refrigeración" para evitar mantener líquido degradado, de mala calidad y/o de elementos que dañen al circuito (partículas). "Debemos tener información detallada del vehículo para la elección del líquido refrigerante recomendado por fabricante en los manuales técnicos", afirma.
Valeo también apunta los efectos de un uso de refrigerante inadecuado por el uso de agua o refrigerante de baja calidad como que puede producir residuos, perforaciones, formación de escalones, reducir la conductividad térmica así como presentar una baja resistencia a la congelación y/o a la ebullición.
Por ello, concluye qué debe tener un refrigerante de calidad como inhibidores de corrosión, de espumas, de cavitaciones en la bomba o de depósitos en superficies. Además, este líquido debe aportar, según Valeo, una protección complementaria al oxígeno, a la corrosión por electrolisis, a la tensión parásita y con un pH correcto (un refrigerante de calidad debe tender a un pH máximo -hasta 10 de valor- es decir, alcalino, para evitar la corrosión).
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