La importancia de reemplazar los sistemas de seguridad antes del final de su vida útil

Los fallos y las averías en los sistemas de iluminación de los vehículos provocan un alto porcentaje de accidentes en las carreteras, por eso los profesionales hacen un llamamiento especial para cuidar este importante elemento y garantizar la seguridad al volante.

Una elevada cifra de automóviles no logró superar la inspección técnica el año pasado por fallos en estos sistemas de iluminación, haciendo mención también a otro porcentaje que sí la pasó pero con defectos leves. En este sentido, es vital que los conductores sean conscientes de su importancia para lograr una conducción segura.

Los profesionales del taller de reparación y mantenimiento serán los encargados de concienciar al respecto, y es que no solo deben cambiarse las lámparas de los faros cuando están muy gastadas o cuando ya se han fundido, hay que reemplazarlas antes del final de su vida útil, evitando que pierdan intensidad y rendimiento, lo que genera una reducción de la visibilidad.

Los mecánicos también deberían explicar a los conductores que las bombillas no se funden a la vez. En caso de fundirse una y solo reemplazarse esa, la otra no tardará en dar problemas. Es esencial que el sistema de iluminación resulte uniforme, evitando un funcionamiento desequilibrado. Osram recomienda que se cambien siempre en pareja, es decir, las lámparas se sustituyan de dos en dos para evitar un riesgo potencial.

Como consejo final, Osram aconseja que a pesar de que las horas de sol han aumentado con la llegada de la primera, esto puede producir más deslumbramientos. Es por eso que recomienda que las luces se lleven encendidas durante todo el día y recuerda que una buena iluminación de la carretera es esencial para una conducción segura y tranquila.