Cuáles son las características de los frenos de tambor y de disco

Uno de los dispositivos más importantes dentro de la seguridad activa de un vehículo son los frenos. Actualmente, son dos las clases de frenos genéricos que existen en el mercado: los de tambor y los de disco.

Los primeros, según explica Loctite en un post que publica en su blog, son un sistema de frenado que consiste en la acción de un tambor giratorio que contiene una superficie de contacto. Para ello, las zapatas, como elemento fijo impulsado por unos bombines hidráulicos o levas, se encarga de hacer fricción con dicha superficie de contacto.

Aunque este tipo de frenos son económicos y duraderos, han perdido importancia en el mercado y solo se suelen utilizar en el eje trasero en coches de segmento bajo y poca cilindrada.

Entre sus inconvenientes, el artículo destaca su poca capacidad para disipar el calor. Así, cuanto más calor se genera, menor es su eficacia, aumentando con ello la distancia de frenado (fading).

Asimismo, su mantenimiento y montaje es más complejo, ya que necesita un amplio periodo de rodaje para alcanzar su máxima efectividad de frenado y es frecuente que puedan deformarse con el desgaste y las altas temperaturas.

Por lo que se refiere a los frenos de disco, Loctite subraya que son los más frecuentes y que emplean un disco como parte giratoria y una pinza como parte fija. En el interior de esta se utilizan pastillas de freno hechas con materiales orgánicos, minerales, partículas metálicas, que sustituyen al amianto.

Para que funcionen, los pistones hidráulicos empujan estas pastillas hasta que friccionan con el disco y hacen que frene el vehículo de forma progresiva.

Entre sus ventajas, el post destaca una mejor refrigeración, ya que están al aire libre, lo cual permite que se disipe el calor y evita el fading, aunque existen discos de freno ventilados que mejoran estas prestaciones.

A esto hay que añadir que ofrecen una mayor potencia de frenada y que su sustitución es más rápida y sencilla que la de los frenos de tambor. No obstante, aunque son superiores en rendimiento y fiabilidad, son más caros de mantener y tienen menor durabilidad.