Industria, a favor de la certificación de los turbos en el recambio
Las autoridades españolas se unen a la posición de Alemania en esta reclamación.
Los turbocompresores utilizados en el mercado del recambio deberían incluirse en la relación de componentes del automóvil que precisan de una certificación adecuada. Así lo reclama el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que se une a una petición que partió en su origen de las autoridades alemanas.
Honeywell, fabricante de la marca Garrett, se hace eco de esta petición y la apoya de forma incondicional. “España se ha unido a Alemania y se espera que otros países sigan esta tendencia, lo que indica claramente que los turbocompresores no originales plantean graves problemas a los talleres y usuarios finales”, explica Olivier Rabiller, vicepresidente de Honeywell Transportation Systems.
El fabricante indica que esta medida ayudaría a cumplir los cada vez más estrictos objetivos de eficiencia energética y emisiones de los vehículos. “Nadie sale ganando con el uso de un repuesto con el que el rendimiento del vehículo no sea el previsto”.
Honeywell alerta también de que existe un riesgo para el negocio del instalador, el taller, con las repetidas reparaciones en garantía de turbocompresores no originales, así como para los clientes finales, “por el coste del rendimiento ineficiente de un motor, que se traduce en problemas de emisiones y en un alto consumo de combustible”, añade Olivier Rabiller.
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