Bosch ha dado un nuevo paso en sus investigaciones sobre conducción autónoma, probando en una autopista alemana un coche que conduce solo.
El automóvil está dotado de sistemas de asistencia y seguridad, como asistentes de cambio de carril, control de crucero y cámaras y sensores de radar que recogen toda la información del entorno necesaria para practicar una conducción sin incidentes.
La compañía asegura que las pruebas con tráfico real se han llevado a cabo con conductores muy experimentados y con una formación específica, capaces de reaccionar rápidamente en cualquier imprevisto.
Con los resultados obtenidos, Bosch espera poder desarrollar funciones cada vez más automatizadas, e incluso un piloto automático que se pueda comercializar masivamente en el mercado automovilístico.