El panorama judicial al que previsiblemente se enfrenta Volkswagen por el escándalo de las emisiones contaminantes es mayúsculo a ambas orillas del Atlántico.
Organizaciones de consumidores y otros agentes defensores de los propietarios han denunciado la inacción del fabricante para ofrecer una solución a los usuarios europeos afectados, y los tribunales han reconocido en más de una ocasión el derecho de los consumidores europeos a contar con una solución.
Pues bien, por primera vez, un tribunal de Múnich ha dictado sentencia contra un concesionario de Seat, en la que obliga al establecimiento a devolver el importe total de la compra de los coches a sus compradores.
Según ha informado la organización de consumidores, el motivo que esgrime el texto es que el grupo automovilístico ha tenido tiempo suficiente “para poner remedio y corregir el software ilegal”.
Por su parte, Seat se ha pronunciado al respecto y ha confirmado su intención de recurrir la sentencia.
La decisión del jurado alemán ha abierto una base de jurisprudencia en Europa, algo que la OCU aprovechará para presentar su demanda y exigir no solo la reparación de los coches, sino también una indemnización.
De proliferar las sentencias a favor de los consumidores, se avecina temporal para Volkswagen, que en Estados Unidos ha supuesto tendrá que pagar más de 9.000 millones de euros en concepto de reclamaciones civiles.