La pistola aerográfica: claves del éxito o el fracaso en un trabajo de pintado
Roberlo ha elaborado una guía con la información básica con las consideraciones a tener en cuenta en el proceso de pintado.
El momento de revestir la superficie con pintura es uno de los procesos más importantes de un taller carrocero. Utilizar las pistolas es, sin lugar a dudas, uno de los trabajos más bonitos para cualquier pintor o chapista, pero también uno de los más arriesgados y con mayor coste, de ahí su importancia para los talleres.
Roberlo ha elaborado una guía disponible en su Crom Campus con varias claves para utilizar las pistolas aerográficas a la perfección, evitando posibles errores en el proceso.
En primer lugar, una pistola aerográfica es una herramienta utilizada para revestir distintas superficies mediante un proceso de atomización de la pintura de fondo o de acabado. La atomización se obtiene al hacer que la pintura interactúe de una forma u otra, generalmente mezclándose, con una determinada presión de aire.
Las pistolas están formadas por los siguientes componentes:
- Copa o depósito. Es el componente encargado de almacenar la pintura que se utiliza para efectuar el pintado de la superficie, con capacidad de 600 o 200 ml.
- Reguladores del caudal de aire. Permiten ajustar la presión de aire en la pistola para ajustarla a los requerimientos del fabricante y del tipo de pistola. Para garantizar una presión de trabajo lo más fidedigna posible y eliminar las caídas de presión se hace necesario colocar un manómetro en la entrada de la pistola o utilizar uno de boquilla.
- Gatillo. Dispone de dos posiciones. La primera solo deja salir aire, mientras que la segunda permite la salida conjunta de aire y pintura para generar la atomización.
- Aguja y pico de fluido. Son los elementos que controlan la cantidad de producto que llegará a la pieza de trabajo. Para ello, la aguja se desplaza en el interior del orificio del pico de fluido con la finalidad de permitir en mayor o menor medida el paso de pintura.
- Regulador del caudal de producto. Permite regular la cantidad de producto que saldrá por la boquilla gracias a que desplaza la aguja sobre el pico de fluido.
- Boquilla. Dirige el caudal de aire comprimido hacia el caudal de producto para obtener la atomización y el patrón de pulverizado. Va en consonancia con el tamaño del pico de fluido y de la aguja.
- Regulador de abanico. Controla la forma del patrón de pulverizado para ajustarlo al tipo de aplicación requerida (zonas abiertas o cerradas).
- Conjunto prensaestopa. Es el mecanismo que sella el paso de la aguja por el cuerpo de la pistola. Este elemento se autoajusta para alargar la vida útil de la pistola.
El mal estado de cualquiera de estos elementos de una pistola aerográfica puede arruinar el trabajo de pintura, por lo que se requiere el máximo cuidado al manipularlos y al guardar la herramienta tras su uso.
Boquillas, picos de fluido y agujas utilizados
De todos los componentes analizados en el punto anterior, la boquilla, el pico de fluido y la aguja son los que deben ajustarse a la viscosidad del producto que se vaya a usar. Es por ello, que en el funcionamiento diario del taller existen estas dos opciones al respecto:
- Utilizar una única pistola aerográfica que disponga de distintos tamaños de boquillas, agujas y picos de fluido, con el objetivo de montar en cada ocasión el que más convenga.
- Disponer de tres pistolas de aplicación, cada una con la boquilla, el pico de fluido y la aguja de tamaño adecuado para la pintura o el grupo de pinturas con el que se trabaja.
Sea cual sea la opción escogida, lo que es evidente e imprescindible es que, antes de introducir el producto o la pintura en la copa de la pistola, exista la certeza de que la el pico de fluido tiene el tamaño idóneo para la viscosidad del producto empleado y de que la aguja y la boquilla van en consonancia con él.
Tipos de pistolas utilizadas en Car Refinish
Existen distintas formas de clasificar las pistolas aerográficas, siendo las más comunes las que efectúan las agrupaciones en base al sistema de alimentación, a su tasa de transferencia y a su tamaño.
Según su sistema de alimentación:
- De gravedad. Es la tipología más utilizada actualmente en los talleres de automoción y en otras industrias donde se revisten superficies de tamaño medio o pequeño. La particularidad de estas pistolas es que en su parte superior se encuentra la copa o depósito, pieza encargada de almacenar la pintura. Desde la copa, el producto se introduce hacia el interior de la pistola por el propio efecto de la gravedad. Este montaje facilita la aplicación y permite un óptimo vaciado del depósito.
- De succión. Esta variante es menos utilizada en automoción y más en industria. En este caso, el depósito se ubica en la parte inferior de la pistola, de forma que la pintura es introducida en el interior de la misma a través de un tubo que succiona el producto. Esta estructura resulta más incómoda de manejar y tiende a impedir un completo vaciado del depósito.
Según su tasa de transferencia
La tasa de transferencia de una pistola establece el porcentaje de pintura que llega a depositarse sobre la superficie respecto al total de pintura utilizada. Este valor influye directamente en aspectos tan importantes como es el consumo de pintura, la saturación de los filtros, la sobre pulverización generada durante la aplicación y el impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas. En base a este valor, encontramos las variantes de pistola que se muestran en la siguiente tabla:
1. Convencional
- Es la tecnología más antigua en lo referido a pistolas de pintar.
- Tienen una tasa de transferencia muy baja que ronda el 35%, lo que dicho de otra forma supone un desperdicio de 2/3 de la pintura utilizada.
- Trabajan con presiones de aire elevadas del orden de 3 y 4 bar, lo que justifica su baja tasa de transferencia y el exceso de pulverización que provocan. Esta circunstancia también genera un mayor deterioro de los filtros de la cabina de pintura y un mayor efecto contaminantes para el medio ambiente y las personas.
- En cambio, el abanico que generan es muy amplio y potente, lo que permite obtener acabados muy buenos.
- Aplicación principal: para aplicar pinturas que por su mayor viscosidad generan una menor nube de pulverización, tales como las pinturas de fondo: aparejos, imprimaciones o masillas a pistola.
2. Pistolas HVLP
- Nacen para mejorar la tasa de transferencia de las pistolas convencionales, por lo que incrementan dicho valor hasta un 65% aproximadamente. Para ello, estas pistolas trabajan con un alto volumen de producto y una presión de aire de en torno a los 2 bar.
- Debido a ello, generan una menor pulverización, lo que reduce la saturación de los filtros y el riesgo para personas y medio ambiente.
- Por el contrario, el abanico que se obtiene es menos potente y esto ralentiza la aplicación de la pintura, condicionando sus aplicaciones.
- Aplicación principal: para aplicar bases bicapa, esmaltes y cualquier otra pintura de acabado siempre que no se trate de grandes superficies.
3. Pistolas alta transferencia (HTE)
- Como su nombre indica, este tipo de pistola es una mezcla del sistema convencional y el HVLP, de forma que presenta las ventajas de ambos sistemas.
- Ofrece una aplicación dinámica y rápida gracias a su potente abanico, pero sin necesidad de trabajar con presiones de aire elevadas, ya que lo hace a unos dos bar. Con ello se reduce el efecto contaminante y se obtiene un acabado de gran calidad.
- En este grupo entran las clasificadas por algunos fabricantes como HTE.
- Aplicación principal: para aplicar lacas, barnices, monocapas y esmaltes que exigen un buen acabado visual.
Tipos de pistolas según su tamaño
Bajo esta agrupación se distinguen las pistolas de tamaño estándar, que son las utilizadas para trabajos en general de todo tipo y que disponen de una copa de 600ml, y las de retoques, que se caracterizan por su menor tamaño, por montar una copa de 200ml y por haber sido diseñadas para llevar a cabo difuminados y pequeños retoques de pintura.
La regulación de parámetros de pintado de la pistola y la correcta aplicación de la técnica de pintado resulta crucial para garantizar una atomización de la pintura.
- La presión de aire que debe existir a la entrada de la pistola es de 3-4 bares para pistolas convencionales y de 2 – 2,5 para pistolas HVLP y de alta transferencia (HTE).
- Apertura del abanico. Debe abrirse a tope al menos un cuarto de vuelta. Cuando se pretenda pintar alguna zona cerrada el abanico se puede cerrar para facilitar la cubrición, teniendo en cuenta que el patrón de pulverizado se vuelve circular y la deposición de pintura se concentra en mayor medida.
- Caudal de producto. La mayoría de pistolas aportan una cantidad suficiente de pintura con una abertura en el correspondiente regulador comprendida entre las 2,5 y 3,5 vueltas
- Una vez ajustados estos parámetros, es conveniente hacer una prueba de pulverización para asegurarse de su idoneidad o para afinar la regulación.
Técnica básica de pintado
- Mantener una distancia de pintado entre la pistola y la pieza de 10 a 15 cm para pistolas HVLP y de hasta 25 para convencionales e alta transferencia (HTE).
- Mantener la perpendicularidad de la pistola respecto a la pieza, copiando la forma de la misma durante el avance. De esta forma se evitan pulverizados y aplicaciones secas. En el caso de realizar difuminados o empalmes entre piezas es posible romper esta perpendicularidad en la zona de transición para obtener un correcto degradado de la pintura.
- Solapar las pasadas realizadas para obtener una capa de pintura uniforme. En el caso de aplicación de colores metalizados sobre piezas planas, también es conveniente cruzar las manos para evitar sombreados.
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