Los jóvenes de Huesca y Ciudad Real, los que menos siniestros tienen
La probabilidad de que un conductor de 18 años se vea implicado en un accidente es cuatro veces superior que la de uno de más de 35, según Unespa.
El sector de la reparación, especialmente el de carrocería, tiene en los siniestros de tráfico buena parte de su trabajo diario. Evidentemente, ningún profesional desea que ocurran accidentes en los que haya heridos y mucho menos víctimas mortales, pero que los golpes de chapa sean algo habitual, no es mala noticia si esos vehículos acaban visitando al taller para volver a la carretera como si fuera nuevo.
En este sentido, cómo se comportan al volante los conductores españoles es interesante para cualquier profesional del sector y más cuando hablamos de ‘buenos’ y ‘malos’ conductores por provincias. Eso precisamente es lo que ha evaluado el informe 'Juventud al volante: Por qué es necesario ser prudente', elaborado por Unespa, en el que ha analizado el comportamiento de los conductores entre 18 y 36 años.
Una de las principales conclusiones de este estudio es que los jóvenes españoles aprueban en su comportamiento al volante, con una nota media de 5,7 sobre 10. De ellos, las chicas de la provincia de Huesca aparecen como los mejores conductores de toda la geografía española, con una puntuación de 10 sobre 10, seguidas por las de Cuenca (9,3), los chicos (8,5) y chicas (8,3) de Ciudad Real y los chicos oscenses (8,4).
De este modo, teniendo en cuenta ambos sexos, los jóvenes de Huesca, Ciudad Real y Guipúzcoa son, por este orden, los que menos accidentes registraron en 2015, según este estudio, elaborado por la Asociación Empresarial del Seguro a partir de los datos de la Estadística de Seguros de Automóviles (ESA), que ofrece una panorámica completa sobre la conducción por parte de los jóvenes españoles.
Habitualmente, este grupo de población provoca un número más elevado de accidentes que los conductores más experimentados. Para la elaboración del informe se ha recurrido a una metodología en la que se diferencian los accidentes en función de su gravedad.
De esta forma, se han considerado graves aquellos siniestros donde alguna persona resultó herida o fallecida. Mientras, los accidentes leves son aquellos casos en los que sólo se produjeron daños materiales.
Asimismo, se ha establecido un sistema de evaluación del 1 al 10 para medir la probabilidad de accidente entre los jóvenes de las diferentes provincias, ponderando la cantidad de siniestros ocurridos en función del número de vehículos registrados en cada territorio.
El informe muestra cómo la probabilidad de tener un percance va descendiendo con la edad. Así, un conductor de 18 años (3,8) tiene casi tres veces más probabilidad de sufrir un accidente que uno de 35 (1,3). La probabilidad de siniestralidad se reduce conforme aumenta la edad, especialmente en el paso de 18 a 19 años (cuando el riesgo se reduce más del 15%), de 21 a 22 años (10,3% menos) y 24 a 25 años (9,1% menos). En cuanto a los años de carné de conducir, muestra una correlación positiva entre la experiencia y la siniestralidad.
Otro fenómeno que muestra el estudio es que, cuando se analizan los vehículos involucrados en un accidente, los de dos ruedas tienden a sufrir más siniestros graves. Un dato especialmente llamativo es el de los conductores de ciclomotores. Según el estudio, un conductor menor de 28 años y con menos de un año de experiencia tiene 10,5 más probabilidades de sufrir un accidente que una persona que lleva 10 años conduciendo este tipo de vehículos.
No obstante, no ocurre lo mismo cuando se mide la gravedad de los golpes. Los turismos son los vehículos que generan siniestros más costosos. De hecho, protagonizan colisiones cuyo coste habitual es 2,4 veces superior a la media registrada en los accidentes de ciclomotores, motos y escúteres.
El análisis territorial del comportamiento de los jóvenes al volante refleja que, en el caso de los accidentes graves (los que causan daños corporales), tan sólo aprueban los jóvenes de Soria, Huesca, Ciudad Real, Segovia, Cuenca y Zamora. Por el contrario, las peores notas se sitúan en territorios ubicados en el sur de España. Así, los peores resultados se han registrado en las ciudades de Ceuta y Melilla; y en las provincias de Las Palmas, Cádiz, Sevilla, Málaga, Almería y Murcia. Pontevedra también forma parte, no obstante, de la lista de territorios con conductores más temerarios. Cabe destacar que las mujeres de Cuenca y los hombres de Melilla han obtenido, respectivamente, la mejor y peor nota de este análisis.
Al examinar los resultados territoriales de los accidentes leves, la situación mejora notablemente y aparecen notas mucho más elevadas en todas las provincias. Destacan especialmente los registros obtenidos por los jóvenes de Huesca, Ciudad Real, Guipúzcoa, Girona y Zamora. En este apartado sólo suspenden los jóvenes de Melilla y Ceuta; y de las provincias de Madrid, Sevilla, Las Palmas, Málaga, Santa Cruz de Tenerife y Cantabria.
Al margen de las notas máximas, el análisis por sexos muestra que apenas hay diferencias significativas en la siniestralidad entre hombres y mujeres menores de 36 años. En el global de accidentes, la nota media es de 5,7 tanto para ellos como para ellas. Sólo en el análisis territorial donde se encuentran diferencias entre ambos sexos. Al analizar las diferencias en los hábitos de conducción de los conductores de entre 18 y 35 años por provincias, se aprecia cómo las mujeres han sacado mejores notas en aproximadamente la mitad de los territorios y los hombres han logrado mejores marcas en la otra mitad, una vez descontados algunos empates provinciales.
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